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Metro Bilbao blinda las cocheras de Sopelana contra el vandalismo con la instalación de cámaras térmicas

4 febrero 2012

 

 

Incrementar la seguridad. Esta es una de las principales prioridades del Consorcio de Transportes de Bizkaia (CTB), que este verano incorporará un novedoso sistema de cámaras térmicas para controlar el perímetro de las cocheras que Metro Bilbao tiene en Sopelana. Capaces de detectar el movimiento de cualquier ser vivo a través del calor que emiten sus cuerpos, las nuevas cámaras pretenden evitar intrusiones en el recinto que puedan acarrear la comisión de robos, actos vandálicos o sabotajes.

Los responsables del servicio reforzarán las actuales medidas de vigilancia ya existentes en esta área técnica con la instalación de ocho cámaras térmicas. El recinto ya dispone de un sistema de videovigilancia interior con terminales de visión diurna y nocturna, tanto fijos como móviles, un vallado perimetral y un servicio de vigilantes de seguridads. Todo ello componía un «sistema disuasorio», pero ahora se quiere disponer de medidas eficaces para evitar intrusiones en el recinto.

El nuevo sistema de vigilancia exigirá una inversión de más de 210.000 euros, partida que «incluye un innovador software informático» especialmente diseñado para estudiar las imágenes obtenidas de modo que permita discriminar por su forma y tamaño los objetos que pueden hacer saltar las alarmas. Fuentes de Metro Bilbao adelantaron que el CTB adjudicará a mediados de marzo el contrato para que las cámaras puedan estar en funcionamiento a «finales de julio».

Las sofisticadas terminales tendrán un campo visual de 90 y 240 metros, si bien su principal cualidad radicará en la capacidad térmica para distinguir los cuerpos a partir de su calor. El empleo de esta tecnología de última generación ofrece una mayor fiabilidad respecto a los sistemas tradicionales de videovigilancia, al «no afectarles inclemencias meteorológicas que puedan hacer saltar alarmas no deseadas».

El principal objetivo del sistema de vigilancia será evitar actos vandálicos o robos de material, aunque estos últimos fueron, según la entidad, «anecdóticos» el año pasado. Metro Bilbao contabilizó el año pasado seis intrusiones en las instalaciones de Sopelana, de las que «cuatro fueron abortadas por la seguridad, y las otras dos se saldaron con el robo de chatarra de escasa cuantía económica».

Reforzar la seguridad se antoja necesario toda vez que en las cocheras de Sopelana ‘duermen’ cada noche una veintena de unidades del metro, de las cuales trece salen por las mañanas para cubrir el servicio metropolitano. Dos se quedan siempre en reserva ante posibles contingencias y el resto se someten a tareas de mantenimiento. De hecho, los responsables del Consorcio de Transportes adelantaron su intención de extender este sistema térmico de videovigilancia a las cocheras de Ariz en Basauri.

(Fuente e imagen El Correo. Pedro Urresti)

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