LOS AMIGOS DEL FERROCARRÍL DENUNCIAN EL "TOTAL ABANDONO" DEL PATRIMONIO DE FEVE

A través de un comunicado exigen que se ponga una solución al vagón histórico que en su día fue retirado de la glorieta Carlos Pinilla y abandonado en la estación de Matallana

La Asociación de Amigos del Ferrocarril en León ha denunciado este miércoles el abandono que mantiene Feve con el patrimonio ferroviario de la ciudad de León. A través de un comunicado, la asociación ha denunciado cómo el vagón histórico que en su día fue retirado de la glorieta de Carlos Pinilla, fue trasladado y abandonado en la propia estación de Feve.

“Hasta el día de hoy nada ha hecho la empresa para ponerlo en valor. Nos han llegado quejas de socios que viven por la zona que ven cómo se pueden perder estas importantes piezas, algo por lo que desde nuestro colectivo, pedimos explicaciones a la empresa pública, que debe velar por el patrimonio de todos”.

Para los amigos del ferrocarril, estos bienes deberían reubicarse bien en el entorno de la estación, o en el Museo Ferroviario de FEVE en Cistierna, que necesita nutrirse de piezas y darle más contenido.

Según señalan a través de un comunicado, de haberse realizado las obras con más previsión, el vagón podría haberse preparado, revisado y trasladado por la vía, su medio natural de rodaje, pero ahora a trasladarlo en su caso en un camión. “ALAF realizará en adelante el seguimiento de las piezas y pide al actual presidente de Feve sensibilidad con el patrimonio de su ciudad”.

Piezas como el vagón carbonero de la compañía de La Robla, una aguada desmontada, un punto kilométrico…, “están siendo pasto del abandono incomprensible”.

Historia del vagón

El vagón metálico modelo X de dos ejes, acarreó el carbón de las minas leonesas hasta Bilbao, por lo tanto representa a uno de los vehículos más característicos de nuestra línea ferroviaria. Sus antecesores cargaban 10tn, si bien este modelo supuso un avance pues duplicó su capacidad de carga, llegando a las 20tn. Algunos de ellos procedían de transformaciones de vagones anteriores, cuyo exterior era de madera. Este modelo de vagón carbonero es tradicional de la vía estrecha, y especialmente querido por todos pues fueron los últimos vagones que recepcionó la Compañía del Ferrocarril de La Robla.

Existieron diferentes series, siendo construido el primero de ellos como modelo de pruebas para comprobar sus ventajas en cuanto a la reducción de las correspondientes taras, siendo tan buenos los resultados que sirvió de modelo para los encargos posteriores del modelo X. En 1932 en los propios talleres de la compañía se finalizan 25 unidades aún dimensionados para transportar 10tn; en fechas posteriores los Talleres Miravalles y Talleres Erandio realizan nuevos vehículos X. En 1957 se ponen en circulación la serie L100 aptos para una carga de 15tn del mineral negro leonés que transportaban. Finalmente en 1958 se ponen en servicio los últimos X de los que se tiene constancia de las series Xfv. 301 a 310 y Xfv. 311 a 324, cuya relevancia radica en que son los primeros vagones fabricados ya de origen con freno de vacío.

Su enganche de platillo, sus ruedas de reducidas dimensiones, los equipos de freno de vacío, su caja portante... todos sus elementos configuran a este vagón como una joya del patrimonio industrial y minero que forjó la economía leonesa. Largas composiciones de este material fueron arrastradas por las locomotoras de vapor y diesel a lo largo de la línea del Hullero y forma parte de los fondos que FEVE debería conservar, por su relevancia para Cistierna y otros pueblos de la línea.