Feve cuadruplica su gasto en autobuses de sustitución

La empresa destina ya uno de cada diez euros que recauda a pagar el alquiler de vehículos con los que paliar los nueve trenes que cancela al día
- R. MUÑIZ
- GIJÓN
Las averías en los trenes, vía, catenaria, y la falta de maquinistas provocaron que Feve suprimiera el año pasado 2.472 de sus cerca de 35.000 servicios programados en Asturias. Es decir, no cumplió con el 7% de la cartelera que tenía anunciada. Para paliar el perjuicio a los viajeros, la empresa contrató de urgencia autobuses y taxis de sustitución que cubrieran parte de las rutas afectadas. Según los datos oficiales de la compañía, el desembolso acumulado hasta el 14 de diciembre fue de 331.500 euros, cifra que cuadriplica al que afrontó para estos mismos refuerzos en todo 2015.

La imposibilidad de poner en servicio todos sus ferrocarriles está haciendo de Feve una suerte de empresa multimodal. Prueba de que su movimiento de autobuses ha dejado de ser una actividad residual es su peso en la contabilidad. En 2015 los usuarios pagaron 3,3 millones por los billetes y abonos para viajar en las cercanías asturianas. El dato supone que alrededor de un 10% de la esa recaudación se está destinando directamente a reclutar esa flota de vehículos de sustitución.

Feve es hoy una división integrada en Renfe y, aunque opera en otras cinco regiones, en ninguna la necesidad de los autobuses es tan acusada. De hecho, la compañía reconoce que desembolsó el curso pasado 640.900 euros en todo el país para contratar vehículos de relevo; Asturias, queda visto, concentró más de la mitad de ese gasto.

A corto plazo, la situación está lejos de dar un vuelco. La propia empresa informó que hasta el viernes pasado había sufrido 256 supresiones en Asturias, lo que supone un promedio de unas nueve el día. Cabe recordar que la sociedad pública recibe una transfusión de alrededor de 495 millones del Ministerio de Fomento para sostener las líneas que resultan deficitarias, pero cuyo mantenimiento se ha reconocido de interés público. Esta categoría obliga a la empresa a mantener el servicio para ajustarse al convenio con Fomento. La Unión de Consumidores de España (UCE) tiene de hecho denunciada a Feve por no haber dado alternativas a parte de los usuarios que se vieron afectados por el centenar largo de cancelaciones ocurridas el pasado mes de junio. A raíz de la queja, el ministerio abrió una inspección para comprobar si, en efecto, Feve incumplió las obligaciones de ese convenio.