Los trenes que van a Galicia circulan a menos de 30 por temor a los derrumbes
Los convoyes están obligados a restringir su marcha a velocidades de paseo a causa de las trincheras y las obras que presenta el corredor hasta Monforte
25/01/2010 s. c. anuncibay | león
La alta velocidad vuela hacia Galicia envuelta en más de 4.600 millones de euros para abrir en el 2011 el primer tramo del AVE gallego entre Orense y Santiago; después inaugurarán el resto. El impulso a este corredor olvida la línea convencional, la que de verdad ofrece un servicio público a los ciudadanos, a los pueblos, que verán pasar en pocos años un tren a 250 kilómetros por hora que no parará en las localidades pequeñas, en las que no es rentable, porque no hay suficientes usuarios.
La modernización de la flota y las infraestructuras para conectar el noroeste de España con el centro contrasta con las restricciones que arrastra la línea Palencia-Coruña, entre Monforte de Lemos y León.
Los ferrocarriles que cubren este trayecto, entre los que están el moderno Alvia y el «trenhotel» de lujo que sale de Ferrol, están obligados a reducir de manera drástica su velocidad en, al menos, tres puntos del recorrido a causa de las obras, la amenaza de desprendimientos y las trincheras. Alguna de estas incidencias se arrastra desde hace nueve años. Éste es el caso de los tramos que cruzan los núcleos de Covas y Quereño, en Orense. Los trenes ralentizan en esta parte del corredor su marcha y no pueden ir a más de 30 kilómetros por hora debido a los taludes que custodian la línea. Una situación que comenzó en febrero del 2001 y aún hoy se mantiene.
Argumentos. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, responsable de la conservación del corredor, justifica la limitación «por mejoras» de la línea ferroviaria y afirma, a través de una respuesta escrita, que «se está trabajando en el estudio de una solución al tratamiento de una trinchera existente en la zona».
Idéntico. El mismo condicionante para la velocidad aparece en la localidad leonesa de La Barosa, al noroeste de la provincia. Desde el 7 de julio del 2003, los convoys deben, aquí también, frenar por motivos de seguridad. Las órdenes de circulación obligan a pasar por este punto a no más de 30 kilómetros por hora debido al riesgo que existe por derrumbamientos. En este caso, el Adif argumenta la misma mejora de la infraestructura. «La limitación de la velocidad corresponde a la obra de tratamiento de trincheras del punto kilométrico 272/600 al 272/900. Por ese motivo existe una limitación desde el 1 de enero; anteriormente existía otra a 50 Km/h», responden.
Finalmente, aparece una nueva restricción en el municipio leonés de Brañuelas, aunque por otras causas. En este tramo la vía principal lleva de baja más de tres meses, según constató este periódico, y todos los viajeros que cogen el tren en esta localización tienen que cruzar las vías para llegar al andén secundario, pese a que en esta estación en curva no existe un paso subterráneo.
Si bien, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias explica que «entre los meses de octubre y noviembre del 2009 se realizó una renovación de la terminal y la vía general estuvo cortada aproximadamente 15 días por la obra. Entre los días 3 de noviembre y 4 de diciembre realizamos una obra de recrecido de andenes y desde el 14 de enero han continuado las obras en los andenes 1 y 2, por lo que los trenes pasan alternativamente por vía general o por desviada. La afección, como puede comprobarse, se debe a la realización de mejoras por parte de Adif que benefician al ciudadano y al confort del servicio ferroviario».
Pero no existen plazos para terminar el acondicionamiento de la línea. Mientras, los usuarios del corredor sufren las consecuencias de la reducción, que rebaja la velocidad comercial de los trenes y los hace menos competitivos.
