ROMAN G.AGUILERAAna Pastor

El Gobierno asturiano ha exigido hoy a la ministra de Fomento en funciones, Ana Pastor, que la misma contundencia anunciada ante las cancelaciones de la compañía aérea Vueling, se aplique en su propio Ministerio y, más en concreto, ante las deficiencias en el servicio de Cercanías de Renfe en el Principado.

«Estoy de acuerdo en que ante el caos de los aviones no basta con pedir disculpas a los usuarios, pero ante el caos de los trenes en Asturias tampoco», señala la consejera de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, en una carta remitida hoy mismo a la ministra.

En ella, le pide que tome medidas a raíz del «caos ferroviario provocado por las suspensiones de trenes en Asturias, que son de su directa competencia, y además son obligación de servicio público»

Según la consejera asturiana, hay una creciente pérdida de calidad del servicio ferroviario de Cercanías en Asturias que lleva a sus usuarios a utilizar cada vez menos este medio de transporte y que merma los esfuerzos del Principado a favor de la intermodalidad.

Para Fernández, si el tren se ve privado de fiabilidad, que es una de sus principales ventajas competitivas, los esfuerzos para incrementar el uso del transporte público se ven lastrados.

Las medidas anunciadas por Renfe para paliar la situación de las últimas semanas son, en opinión de la consejera asturiana, «tardías y escasas» ya que los ciudadanos no pueden estar durante un mes, tiempo barajado por la compañía para paliar la situación, al albur de la incertidumbre sobre si van a poder o no utilizar el tren para llegar a sus destinos.

Ante esta situación, el grupo de trabajo de transporte público creado en el seno del Consorcio de Transportes de Asturias (CTA) ha reclamado al Ministerio «la reposición inmediata de los medios humanos y materiales para que todos los servicios cancelados en las últimas semanas queden plenamente restituidos».

Insta además al Ministerio a que apruebe un plan global para las cercanías ferroviarias que modernice el tren en Asturias y resuelva los problemas estructurales que padece, acompañado de un calendario con las previsiones presupuestarias necesarias para ejecutarlo.

Dicha hoja de ruta ha de contemplar, según la consejera, medidas para la mejor gestión de la explotación de las cercanías, e inversiones relativas a su material rodante, infraestructuras, apeaderos y estaciones, desde la esencial apuesta por la intermodalidad y la penetración en las ciudades para la mayor captación de viajeros.