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4 julio 2016

«Para seguir así, que cierren la Feve»

VÍDEO

Un usuario de Feve revisa el panel de información en la estación de El Berrón. / Á. S. C.

  • Los usuarios consideran «insostenible» la situación tras las 14 supresiones de ayer

  • Las quejas más duras son de quienes necesitan el ferrocarril para ir a trabajar. Asturias al Tren culpa al AVE de «arruinar» las cercanías

     

     

    ÁNGELA S. CIFUENTES | GIJÓN

     

    Dos trenes que debían unir Oviedo y Trubia y una docena en la ruta Gijón-Avilés. Las supresiones que Renfe decidió ayer en sus cercanías de ancho métrico (las tradicionales de Feve) colman una semana en la que fuentes del sector estiman en 150 las cancelaciones. La empresa las atribuye a la falta de maquinistas y promete cubrirlas en un mes. El malestar es completo entre las fuerzas políticas, los sindicatos, pero sobre todo, entre los propios afectados.

    «Es un desastre. No se puede consentir que por culpa de Feve, llegue muchos días tarde a mi puesto de trabajo», apunta el gijonés Francisco Javier Ferrero, a quien acompañamos el viernes en el recorrido Gijón-Parque Principado. Un trayecto utilizado, en esa ocasión, por doce personas. «Hay que ser más fiables, por eso los ciudadanos no viajan en este transporte, porque los servicios no se cumplen. No quiero que haya más, sino que los que existan, funcionen», insta.

    Los problemas de la operadora están alterando la rutina diaria de unos clientes que necesitan del ferrocarril para ir a trabajar. Alejandro García por ejemplo, vive en Pola de Siero y está empleado en el centro comercial de Paredes. Sufre, casi a diario, cancelaciones y retrasos. «Me toca mucho la moral no poder organizarme para ir a trabajar, ya que nunca se sabe si va a pasar el tren o no», denuncia mientras espera a que llegue un servicio en Oviedo.

     
     

    Es una situación que se ha agravado durante los últimos días, pero que los usuarios ya denuncian desde hace años. El colectivo Asturias al Tren no dudó ayer en culpar al AVE de estar «arruinando» las cercanías: «El PP prefirió gastarse casi 200 millones en poner redes wifi en los trenes del AVE y en cambio, en los apeaderos de la antigua Feve, si se anula un servicio el ciudadano no se entera por la falta de megafonía».

    Antonio Álvarez viaja en tren desde hace 25 años, en el trayecto Nava-Oviedo, Oviedo-Gijón, y se muestra pesimista: «Es una vergüenza esta situación. Para seguir así, que lo cierren. No pueden jugar de este modo con los usuarios. De este manera no se puede funcionar». Lamenta que los responsables del problema miren para otro lado. «Es un desastre total, es como si quisieran que desapareciese». Son muchos los días que Antonio Álvarez llega tarde a su cita de rehabilitación por culpa de los retrasos. «No es serio que tengan que esperar por mí media hora cada vez que acudo al médico», reprocha.

    La falta de información centra parte de las quejas. «En alguna ocasión perdí el billete, ya que el tren no pasó, sin que nadie me informase y tuve que pagar un taxi. Nadie me devolvió el dinero», explica Lucía Menéndez, de Colloto, que casi a diario utiliza la estación de El Berrón. Asegura que es una de las más concurridas, ya que suele ser un espacio donde los viajeros realizan transbordo. «Esta estación es caótica y peligrosa. Tienes que atravesar las vías del tren y no hay buena señalización».

    Un maquinista que prefiere no dar su nombre considera que el peor problema no está en las estaciones grandes, sino en los apeaderos, que carecen de pantallas informativas y personal al que preguntar. «Son muchas las necesidades que tenemos. Habría que invertir más para que los viajeros estén informados. Por ejemplo, en megafonía, ya que Feve no dispone de ella».

    La reciente huelga del sindicato Semaf tampoco despierta excesivas adhesiones entre la clientela. «He utilizado el servicio a Gijón durante las últimas semanas y la verdad es que los trenes vienen casi siempre con retraso. No puede ser que quienes se fastidien sean los usuarios. Tienen que pensar otra solución», reclama Noelia Ramiro.

    Hace cuarenta años que Manuela Vallina realiza el trayecto Berrón-Oviedo, Oviedo-Nava y asegura que los trenes nunca han funcionado tan mal como ahora. «No te puedes fiar para nada. Lo que exijo es que se cumplan los horarios de la pantalla. No pueden hacer perder el tiempo a los viajeros de esta forma», explica tras subirse a un convoy en la estación de El Berrón con destino a Oviedo.

    Una situación que afecta a Manuela Corral en su trabajo, pues son muchos los días que no llega a la hora. «Cuando vas a pedir un justificante no te atienden. Esta situación es insostenible». Un fallo que achaca no solo a la falta de personal. «En algún viaje hemos estado parados porque se había estropeado un motor y muchos otros problemas. No puedes salir de casa pendiente y preocupada por estas cosas», añade.

    Los consultados auguran un mal futuro a Feve. «En un periodo pequeño de tiempo este servicio va a desaparecer. Si no cumplen los horarios, es lo mejor», argumenta Manuela. La situación no es favorable ni para los viajeros ni para los maquinistas, ya que ninguna de las dos partes está satisfecha con una situación que se alargará hasta agosto, según anunció la operadora el pasado viernes. Será entonces cuando refuerce el personal, para recuperar la normalidad en la prestación del servicio. Un momento que los usuarios de la extinta Feve están deseando que llegue para poder llegar a tiempo a sus trabajos y a citas, ya que si la situación continúa, «va ser imposible».

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