Los bancos retienen el dinero que se necesita para maquinaria y formación por impago del crédito

MIGUEL A. VERGAZ
17/02/2016

La entrada en funcionamiento de los nuevos talleres de Renfe no tiene una fecha cierta. No se trata sólo de una cuestión de permisos o de acuerdo entre los socios de Valladolid Alta Velocidad (VAV). También falta dinero, más de diez millones, para comprar maquinaria que aún falta y formar a los trabajadores en su uso. Un dinero del que los bancos no permiten disponer.

Así lo desveló ayer el alcalde, Óscar Puente, al término del Consejo de Administración –que él había reclamado que fuera urgente y en Valladolid– de la sociedad que une al Ayuntamiento con el Ministerio de Fomento (Adif y Renfe) y la Junta de Castilla y León, con el fin promover la entrada soterrada del ferrocarril de alta velocidad en la ciudad. Por el Gobierno de España estuvo presente el secretario de Estado de Infraestructuras, Viviendas y Transportes, Julio Gómez-Pomar, acompañado de directivos de Renfe y Adif. Por el Gobierno autonómico acudió el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, acompañado por el director de Infraestructuras, Ángel Marinero. También estuvieron presentes el concejal de Urbanismo, Infraestructuras y Vivienda, Manuel Saravia, y el de Hacienda, Antonio Gato.

Una unión de tres administraciones que no pasa por su mejor momento. De hecho, tal como reconoció Puente, no se habló ni un sólo momento del proyecto de soterramiento que en su día encandiló a la ciudad. Las tres horas de reunión de la mañana de ayer en la sede de VAV versaron sobre la deuda de 404 millones que la sociedad mantiene que los bancos y el retraso en la apertura de los terrenos de Renfe.

Lo que no se sabía es que ambas cuestiones estaban unidas. Asediado por las preguntas de los medios de comunicación sobre la posible responsabilidad del Ayuntamiento en el retraso de la apertura de los talleres por no conceder la licencia de actividad, Puente desveló que también «falta maquinaria por importe de diez milones y medio de euros».

Un dinero, aclaró a continuación, del que no se puede disponer. Quedan quince millones de la línea de crédito de Valladolid Alta Velocidad De 404 millones, concedido por los bancos y del cual se tenía que haber abonado una primera devolución de 125 millones el pasado 31 de diciembre. Al no realizarse, el sindicato bancario que concedió el préstamo ha bloqueado de la cuenta. «Ese dinero sería justo el que se necesitaría para comprar la maquinaria, formar al personal y realizar una pequeña obra en el ramal uno y con eso quedaría terminado el complejo ferroviario de talleres», detalló Puente.

También aclaró que la solicitud de esa licencia de actividad se presentó en octubre del año pasado, fue devuelta por la falta documentación, de nuevo remitida el pasado 13 de enero y que la semana que viene será aprobada por la Junta de Gobierno.

El acalde no quiso aventurar una fecha de apertura de una operación vital, ya que sólo con el traslado de los talleres a San Isidro podría liberarse terreno en la ubicación actual del paseo de Farnesio para poner a la venta una parcela y testar la disposición del mercado inmobiliario cara a obtener fondos para soterramiento. También porque los sindicatos temen que la tardanza afecte a la carga de trabajo. De hecho, varios representantes de CCOO aguardaron ayer el resultado la reunión y abordaron antes de la misma a Gómez-Pomar para trasladar su inquietud. «No os vamos a dejar tirados, dijo el Secretario de Estado.

Pero lo cierto es que tampoco quiso dar una fecha. En una intervención que precedió a la del alcalde, Gómez- Pomar insistió una y otra vez sobre el acuerdo unánime de las tres administraciones en que los talleres se pongan a trabajar «cuanto antes», antes de reconocer (aunque sin especificar la razón) que aún quedaba «por recepcionar maquinaria» y realizar una formación «intensa» de los trabajadores. Renfe, además, se comprometió a asumir las labores de seguridad de las instalaciones mientras aún no estén ocupadas dada la gran cantidad de material que ya albergan.