el Periódico de Aragón

20 enero 2015

CASO ENREDADERA

 
 

El gerente de mantenimiento de Adif imputado ya tiene sustituto

José Antonio García Pascual sale del Portillo y se le reubica en Delicias

José Antonio García Pascual. -

José Antonio García Pascual. -

 

D. L. G. 16/01/2015

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) recupera poco a poco la normalidad en su área de Mantenimiento de Zaragoza. Después del escándalo surgido a raíz del denominado caso Enredadera que investiga la jueza Mercedes Alaya, en la que su gerente o jefe del área, José Antonio García Pascual, fue imputado por un presunto delito de cohecho, las medidas que a nivel interno se han ido aplicando se han traducido, en poco tiempo, en apartarle a él del departamento y cualquier labor que esté relacionada con este, y en buscarle sustituto.

Para el cargo se ha seleccionado a un técnico del área que ahora se encuentra desarrollando "en funciones" el cometido que antes realizaba García Pascual. Este ocupaba un escalafón inferior en cuanto a grado de responsabilidad y ahora es la cabeza visible del gestor ferroviario en la capital aragonesa en materia de mantenimiento y conservación de la infraestructura.

Peor suerte ha corrido García Pascual, quien primero fue rebajado de categoría y ahora se le ha alejado, incluso físicamente, del mantenimiento de Adif. Esto es, hace varias semanas que se habilitó un despacho específico para él en el vestíbulo de salidas de la estación intermodal de Delicias. En las denominadas peceras del edificio (así las llama el personal). A pesar de que no hay condena, las medidas disciplinarias o de precaución, no han podido ser más contundentes para el ya exjefe de área.

En su caso, ir a Delicias supone estar aislado, en contacto solo con personal de estaciones o de circulación, muy lejos del personal y la documentación referida al mantenimiento, que se aloja únicamente en la antigua estación del Portillo o en las instalaciones de Adif en el barrio rural de La Cartuja.

Además, fuentes ferroviarias explicaron que, en el caso de García Pascual, es aún más doloroso, puesto que él ha sido durante años unas de las voces más críticas en el organigrama de Adif en la capital aragonesa contra el traslado del personal de mantenimiento --los que están en las oficinas del Portillo-- al bloque de despachos que se construyó en el vestíbulo de llegadas de la intermodal y que actualmente se encuentra completamente vacío, sin uso. Ahora lo tendrá que ver todas las mañanas, comentan, hasta que le busquen otro destino.

No es el primer caso con el que Adif actúa de esta forma. Las fuentes del sector consultadas por este diario explicaron que en el edificio Titán, en Barcelona, existe una planta completa en la que alojan a imputados "como los del caso Yogui". Apartarles de sus anteriores responsabilidades en el momento en el que el juez, como hizo Alaya, les mantiene la imputación.

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