El viaje del pasado domingo en el tren regional exprés 17018 dirección Madrid-Plasencia ha terminado con la recogida de un centenar de firmas de queja por las condiciones del viaje.

Algunos viajeros lo han calificado de "caótico" y han reclamado ya ante Renfe y lo harán ante la oficina municipal de información al consumidor porque, según denuncian, un número considerable de pasajeros (incluidos niños) realizó el viaje de pie en los pasillos al no disponer de plazas con asiento.

"En el transporte aéreo existen las compañías de bajo costo, pero no sabía que en Renfe existiera la opción de servicio deficiente y, en caso de que así sea, esta compañía debería informar", señala una afectada.

Además, critican el "deficiente funcionamiento" del sistema de climatización; que el tren llegó con media hora de retraso y que, al llegar a Plasencia, solo una puerta de los tres vagones se abrió, lo que "generó una situación caótica y desordenada".

Renfe ya ha contestado alguna queja particular y señala que el tren era "de plazas no limitadas, permitiendo la venta de billetes en plaza sentada o de pie" porque el objetivo es atender la amplia demanda. Sobre el retraso, informa que al viajero le corresponde una indemnización del 25% del billete.