BRUSELAS, MARÍA JOSÉ IGLESIAS Los proyectos que cuentan con financiación europea correspondiente al período 2007-2013 se quedarán sin ayudas a partir de 2015. Es la fecha tope. Las obras que no estén terminadas para ese año no podrán optar a fondos comunitarios, aunque estos estuviesen concedidos previamente. La medida fue confirmada el pasado martes a LA NUEVA ESPAÑA por el comisario europeo de Política Regional, Johannes Hahn, en el transcurso de unas jornadas sobre las regiones y las ciudades de Europa celebradas en Bruselas.

La decisión comunitaria podría afectar a la financiación de la Autovía del Cantábrico y de la variante ferroviaria de Pajares, en el caso de que se produjesen retrasos sobre las fechas previstas para su conclusión. Aunque la ministra de Fomento, Ana Pastor, no confirmó calendarios durante su última visita a la región, la previsión es que la Transcantábrica esté concluida en su integridad entre 2013 y 2014. No obstante, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado retrasa hasta 2015 la financiación del tramo entre Unquera y Pendueles, que es el más retrasado de toda la autovía, tras una larga paralización por un modificado de obra. Europa financia, a través de los fondos «Feder», el 65 por ciento del coste total de la vía Transcantábrica, según fuentes comunitarias.

La variante de Pajares, que acumula una demora de tres años sobre la primera fecha prevista de apertura, entrará en servicio en 2014, según el último calendario de Fomento. La plataforma está ejecutada al 98% y en los Presupuestos de 2013 hay una partida de 180 millones de euros para completar la actuación, pendiente ahora de la contratación de la superestructura ferroviaria: vías, catenarias, señalización y elementos de seguridad.

A pesar del gran sobrecoste acumulado, superior a los 1.300 millones en un presupuesto de 3.200, la Variante dispone de una aportación comunitaria de 784,1 millones, casi el 25 por ciento de la inversión.

Pese a lanzar la advertencia temporal, el comisario Johannes Hahn se mostró «seguro» de que las regiones españolas, entre ellas Asturias, utilizarán «todo el dinero que falta» en el plazo indicado y que concluye en 2015.

El límite temporal de gasto enlaza con el comienzo del nuevo período de financiación 2014-2020, cuyos proyectos deberán diseñarse a partir del próximo ejercicio y que supondrá un importante cambio en la filosofía y en la metodología de trabajo. La Comisión Europea pretende evitar solapamientos entre programas y zanjar el período de ayudas que está en curso sin dejar flecos pendientes. «Tenemos una herramienta ideal a nuestra disposición para enfrentarnos a la crisis y estamos dispuestos a ayudar a todas las regiones de la UE a hacerlo», subrayó el comisario, aunque precisó que, para ello, necesita «un presupuesto realista a fin de que los fondos de la UE puedan seguir impulsando el crecimiento».