La red ferroviaria española de alta velocidad está sobredimensionada, según la conclusión de un debate organizado por la Asociación Española de la Carretera (AEC), cuyo contenido ha estado centrado en el tratamiento presupuestario que se concede a este modo de transporte en relación a la red viaria.

En dicho debate han participado los catedráticos de Escuelas Técnicas Superiores Jose María Menéndez Martínez (Universidad de Castilla-La Mancha), Mateo Turró (Universidad Politécnica de Cataluña) y José Manuel Vasallo (Universidad Politécnica de Madrid).

El debate, sobre la actual política de Infraestructuras, se centró casi exclusivamente en las políticas de promoción de las líneas AVE, tanto en el ámbito español como comunitario.

José María Menéndez presentó un estudio en el que se constata que la red vial española en alta velocidad por extensión (2.200 kilómetros) es la tercera del mundo, sólo superada por China y Japón.

Pero, en vista a los nuevos proyectos de 4.000 kilómetros en España se superará a Japón, con lo que a medio plazo la red española será la segunda en extensión en la comparativa con ocho países de Asia, y muy por encima de naciones del entorno como Francia, Alemania e Italia.

A la hora de contrastar esta dimensión con servicios prestados, España ocupa el primer lugar en kilómetros operativos en relación a la extensión del territorio, duplicando los registros de Italia y Alemania.

En cuanto al ratio de pasajeros transportados por extensión de líneas, contrasta que España se sitúa en el último lugar.

Un ejemplo, referido a servicios, es que un viajero japonés usa 2,2 veces el AVE al año, un francés dos veces y un español un poco más de 0,5 veces.

La estructura de la red AVE en España, a juicio de Menéndez, es que los servicios centrales en las grandes ciudades arrojan registros importantes, pero en los extremos se atenuan considerablemente.

Mateo Turró significó, dentro de la red ferroviaria de transporte de mercancías, la existencia en España de una red "enorme", y añadió que en este campo se esta disparando una inversión en plataformas logísticas "similares a una segunda burbuja inmobiliaria, con el agravante de ser financiadas por el sector público"

Turró reconoció que en este reconocimiento y prioridad en las infraestructuras hacia el ferrocarril, con olvido de la carretera, existe la actuación de un "lobby" ecologista en el ámbito de la UE, que antepone criterios medioambientales a la eficiencia de la gestión.

Tuvo este catedrático una alusión directa al Corredor del Mediterráneo para precisar que no se trata de un recurso unimodal del ferrocarril, sino de la conjunción de varios modos, en el que también intervienen el transporte de carretera y el marítimo.

Jose Manuel Vasallo adoptó posiciones un poco más rompedoras que las anteriores, cuando afirmó que la tendencia es a un transporte verde y ecológico, "porque es la preocupación de la sociedad", pero precisó que ese matiz no puede ocultar los criterios de racionalidad y eficiencia.

Abundó en que la "tradición histórica de Europa" es que el ferrocarril es el modo público de transporte con funciones marcadas de "lobby", mientras las carreteras se consideran una especie de zona libre para cobrar impuestos, como lo demuestra que es este el único escenario en que se grava el carburante.

Vasallo citó como argumento a favor del AVE que es un medio de transporte que gusta a la ciudadanía y, bajo esa premisa, ningún poder político se pondrá frente a la opinión pública.

La AEC aportó como datos en esta confrontación con el trato presupuestario dados a carretera y ferrocarril que el próximo año la asignación a aquellas es de 2.153 millones de euros (24 %), frente a los 5.573 millones (51 %) de éste.

En contraposición, el transporte de viajeros por carretera ocupa un cuota del 90 %, contra el 2 % del ferrocarril, y si se trata de mercancías el 85 % es para la primera y el 4 % para la segunda.