Francisco Muñoz Ramírez : El tren que vino de Portugal

150 años de ferrocarril en Extremadura

07/10/2013

TEtn 1863 los extremeños esperaban que, por fin, un tren atravesara sus tierras. Hacía ya cuarenta y tres años que el primer ferrocarril del mundo había circulado por Inglaterra y quince de iniciado el trayecto Barcelona-Mataró. Después de las agrias polémicas de unos años antes entre Cáceres y Badajoz, la primera línea que se había impuesto para llegar a Portugal había sido la de Ciudad Real y las obras avanzaban hacia la frontera por la ribera del Guadiana y no por la del Tajo. Todo permitía asegurar que el primer tren que circulara por Extremadura lo haría por esa línea y procedente del centro de la Península. Pero el primer tren vino de Portugal-

El 20 de septiembre de 1863 una locomotora y un convoy lleno de pasajeros entraron en la estación provisional de Badajoz provenientes de Elvas. Ese fue el primer "bicho negro", como le llamaría Luis Chamizo, que transitó por la región. Según las crónicas, el tren fue recibido con alborozo por el vecindario pacense. No parece que gustara tanto la idea a las autoridades del gobierno ni al concesionario de la vía Ciudad Real-Badajoz, que vieron cómo la línea portuguesa Lisboa-Badajoz se terminaba antes que la española. Durante varias semanas las primeras cuatro traviesas de la vía férrea española, en la misma frontera, habían estado desmontadas para impedir así el paso del tren portugués. Al final, hubo que ceder. Y el tren portugués entró en Extremadura.

La historia casi siempre la han escrito los poderosos. Y quizá como expresión de este malestar de los poderosos de entonces, ha pasado casi desapercibido en las historias ferroviarias que el primer tren de Extremadura -y el primero transfronterizo de toda la Península Ibérica- fuera portugués.

Esta historia del tren portugués, recuperada entre los pliegues del pasado, es una de las que ha salido a la luz con motivo de la conmemoración impulsada por la Diputación de Badajoz de los 150 años de tren en Extremadura. Y con ella otras muchas: la de Marcelino Calero Portocarrero, un liberal natural de Badajoz que fue pionero de los ferrocarriles españoles; la de los puentes que construyó Eiffel en la provincia de Cáceres; la del más trágico accidente de la historia ferroviaria extremeña, el 17 de septiembre de 1961, entre Villafranca de los Barros y Los Santos de Maimona; la del famoso grabado de Bernardo Rico acerca de la inauguración de la línea Ciudad Real-Badajoz el 23 de noviembre de 1866- Las historias de las diez líneas férreas de la región y las historias de los trenes históricos de Extremadura, el Lusitania Espreso, desde Lisboa a Madrid, pasando por Cáceres; el Ruta de la Plata, de Gijón a Sevilla, o el Talgo de Badajoz a Madrid.

Y es que toda conmemoración es una recuperación de la historia. Por eso la exposición que la Diputación de Badajoz ha organizado, y que se inaugura mañana, tiene un alto componente histórico. Pero no sólo. La exposición también habla del tren como experiencia, y del tren y el territorio.

La experiencia, porque la vivencia de un viaje en tren no tiene nada que ver con otro tipo de viaje. El tren es un transporte colectivo que propicia la movilidad en su interior y el trato con los otros. "El tren, por rápido que vaya, permite que los viajeros coloquen su alma entre el equipaje y las conversaciones", dice Luis García Montero. El tren es un espacio singular, lleno de elementos significantes. Es el tren de las lecturas y de las miradas, de las fiambreras, de los enamorados y de las despedidas- Es el tren de los asesinatos y de las películas, del ganado, de los prisioneros y de las persecuciones. Todos recordamos algún viaje sorprendente en tren. Leído, visto o vivido.

Y el territorio, porque el tren es un medio de transporte y comunicación directamente implicado en el desarrollo del territorio. Hay una arquitectura del tren (estaciones, poblados) y una ingeniería del tren (puentes, túneles), pero también hay una economía del tren porque el ferrocarril ha abierto vías de transporte y comunicación que inciden en el progreso de todos los territorios. Y para Extremadura el tren sigue siendo una pieza básica de su futuro desarrollo. Por eso la exposición que la Diputación de Badajoz abre mañana tiene también un componente reivindicativo y es una pieza más -como ya ha señalado su presidente, Valentín Cortés- de la reclamación que alrededor del tren abandera la institución provincial en nuestra región.

Experiencia, historia, territorio, conmemoración y reivindicación del ferrocarril en unos actos sobre los 150 años del tren en Extremadura que tienen su origen en un tren que vino de Portugal.