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20 diciembre 2016
El dinero para la pasante del Metro irá destinado a ayudas para la dependencia
A 31 de octubre, hay 15.924 beneficiarios de prestaciones de la Ley de Dependencia en Gipuzkoa. / LOBO ALTUNA
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La demanda en Gipuzkoa bate las previsiones y logra un nuevo récord al crecer un 16% este año
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Se utilizarán los 400.000 euros que se habían consignado para el proyecto ferroviario a sufragar parte de las prestaciones a cerca de 16.000 beneficiarios
JUANMA VELASCO | SAN SEBASTIÁN
El dinero que la Diputación de Gipuzkoa iba a destinar este año a colaborar con el proyecto de la pasante del Metro de Donostialdea por el centro de San Sebastián tiene un destino concreto más que necesitado. Los 400.000 euros se van a utilizar en paliar, en parte, la inversión a la que cada año tiene que hacer frente la institución foral para aplicar la Ley de Dependencia y que en este 2016 va a llegar al récord de beneficiarios -alrededor de 16.000- desde que se pusieron en marcha estas ayudas. Eso sí, el hecho de que finalmente no se destine esa partida a la pasante del suburbano no significa que la Diputación no mantenga su apoyo al proyecto ferroviario que lidera el Gobierno Vasco. En el futuro, la institución foral se comprometerá en la financiación de otros tramos de desarrollo del Metro en Gipuzkoa, como pueden ser el recorrido de Altza-Galtzaraborda o el intercambiador de Riberas de Loiola.
Porque el hecho de que el proyecto de la pasante del Metro tuviera ya una inversión garantizada por parte del Gobierno Vasco -con partidas plurianuales recogidas en los presupuestos-, sumado a las estrecheces en las arcas forales, que a día de hoy tienen urgencias de carácter más social, hicieron que el Departamento de Movilidad foral, encabezado por Marisol Garmendia, diera un giro a sus planes iniciales.
Según información del departamento de Políticas Sociales que dirige Maite Peña, los 400.000 que se consignaron en el presupuesto de 2016 para apoyar la pasante del Metro «se van a destinar a financiar las necesidades existentes en las prestaciones económicas para las personas» con dependencia «reconocida».
Se da la circunstancia de que el territorio de Gipuzkoa y la Diputación, que se han encargado de ello, es el lugar del Estado en el que mayor impulso y desarrollo se ha dado a la aplicación de la Ley de Dependencia, aprobada hace 10 años. En julio del año pasado se incorporaron al sistema de prestaciones los dependientes valorados con el grado I nivel 1, el más leve. A partir de entonces, estas personas se sumaron a los grandes dependientes y dependientes severos, que fueron valorados en primer lugar y que disfrutaron antes de las ayudas que emanan de esta ley.
3,6
millones de déficit
El déficit del departamento foral de Políticas Sociales asciende a 15 de noviembre a 3,6 millones de euros, centrado en su «práctica totalidad» en las prestaciones de la dependencia, pensiones no contributivas, ayudas económicas menores y el servicio de ayuda a domicilio.
A modo de resumen, la normativa de dependencia ofrece prestaciones económicas para los cuidadores que se ocupan de atender a un familiar dependiente (entre 180 y 520 euros mensuales dependiendo del grado de discapacidad), ayudas para contratar a un asistente personal (entre 300 a 833 euros mensuales) o prestaciones económicas para la contratación de un servicio que no puede proveer la red pública o concertada (de entre 300 a 833 euros mensuales).
Para dar cobertura a este volumen de ayudas en un territorio como Gipuzkoa, que envejece a pasos agigantados, la Diputación tiene que destinar a tal fin buena parte de su presupuesto de Servicios Sociales. Y este año no va a ser suficiente. Según explican desde el departamento foral de Políticas Sociales, «el presupuesto aprobado inicialmente en 2016 para la financiación de las prestaciones económicas» reguladas en la Ley de Dependencia «ha resultado insuficiente para hacer frente a la evolución del número de personas beneficiarias de estas prestaciones, que ha sido muy superior al inicialmente estimado».
Según los datos de la Diputación, a 31 de octubre asciende a 15.924 el número de personas beneficiarias, un 16% más que las 13.750 a diciembre de 2015. Una cifra que supone un récord en los diez años de aplicación de la Ley de Dependencia y que requiere de un esfuerzo presupuestario para llegar a todos esos dependientes valorados y con derecho a prestación económica.
El presupuesto foral de Políticas Sociales este año es de cerca de 350 millones de euros. Con fecha del mes de noviembre, este presupuesto arrastraba un déficit de 3,6 millones de euros. Pues bien, según reconoce la propia Diputación, dicho déficit está «centrado en las prestaciones económicas de la dependencia, pensiones no contributivas, ayudas económicas a menores y el servicio de ayuda a domicilio, derivado de un incremento del número de personas beneficiarias superior al inicialmente previsto».
«La cifra de personas beneficiarias ha sido muy superior a la inicialmente esperada»
El déficit puede ser mayor con la nómina de ayudas de dependencia de diciembreAsimismo, reconocen que ese déficit previsto puede ser todavía mayor y «dependerá de la evolución de la nómina de prestaciones económicas de dependencia del mes de diciembre».
Para tratar de paliar ese déficit se ha decidido incorporar los 400.000 euros inicialmente previstos para colaborar en el proyecto de la pasante del Metro por el centro de Donostia a las ayudas de la Ley de Dependencia.
Apoyo al proyecto
A pesar de que se ha derivado estos recurso de Movilidad hacia Políticas Sociales, la Diputación mantiene su apoyo al desarrollo del Metro en Gipuzkoa que lleva acabo el Gobierno Vasco. No va a financiar ya la obra de la pasante, que se espera comience en el primer semestre del año que viene, pero en su lugar la Diputación propone participar en el coste de las obras del resto de proyectos pendientes para el desarrollo del Metro en el conjunto del territorio.
Entre todos ellos, pone el foco en el tramo Altza-Galtzaraborda y en el del intercambiador de Riberas de Loiola, una nueva estación que tiene la virtud de ser uno de los pocos puntos de Gipuzkoa en el que confluyen las líneas de Euskotren y Renfe en el que serían posibles transbordos entre ambos servicios de trenes. Queda por concretar la fórmula de confinanciación y el porcentaje que ponga la Diputación.
