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9 septiembre 2015
Las 10 vías verdes que no te puedes perder, recomendadas por Hi-Tec
Pocas cosas han promocionado tanto el trekking y cicloturismo en España como las vías verdes. En poco más de veinte años, el programa liderado por la Fundación de Ferrocarriles Españoles ha logrado convertir más de dos mil kilómetros de vías abandonadas en itinerarios para caminantes y ciclistas, y la red sigue creciendo. Os dejamos un aperitivo del reportaje que encontraréis en el número de septiembre (213) de Grandes Espacios.
Grandes Espacios - Martes, 8 de Septiembre de 2015 - Actualizado a las 13:36h.
Una docena de premios nacionales e internacionales, algunos entregados por instituciones tan importantes como la ONU o laOrganización Mundial del Turismo, avalan la trayectoria del Programa Vías Verdes que ha conseguido reconvertir en “pasillos verdes” 2.157 kilómetros de vías de tren fuera de servicio, y todavía quedan 6.000 kilómetros de líneas de ferrocarril susceptibles de ser convertidas en vías verdes. Además, se han rehabilitado más de 70 estaciones para convertirlas en albergues, hoteles, restaurantes alojamiento, centros de información turística o medioambiental, etcétera. En este periodo, las vías verdes se han popularizado mucho gracias a las guías editadas por la propia Fundación, a un sinnúmero de artículos y reportajes aparecidos en la prensa y al programa de televisión Vive la vía. En la actualidad, la red de vías verdes está formada por 113 itinerarios repartidos por todo el país. Las hay de unos pocos kilómetros y las hay que superan el centenar; algunas atraviesan llanuras homogéneas y otras salvan con sabiduría los obstáculos naturales por medio de túneles y viaductos, algunos de espléndida factura. Hay vías verdes que han alcanzado un éxito que supera las perspectivas más optimistas, como la cordobesa Vía Verde de la Subbética que registra más de 200.000 usuarios anuales, o la murciana del Noroeste, que contabilizó el pasado año unos 100.000 usuarios, tantos como en la Vía Verde de la Sierra, que comparten Cádiz y Sevilla, sin olvidar las vías verdes de Girona que suman ¡un millón y medio! De entre este centenar largo hemos seleccionado diez que por un motivo u otro ningún cicloturista debe dejar de conocer.
Navarra y Guipúzcoa. Vía Verde del Plazaola
La Vía Verde del Plazaola es impresionante por la belleza del recorrido y por la obra en sí misma, en la que destaca el túnel de Uitzi, que, con sus tres kilómetros, fue durante mucho tiempo el túnel ferroviario más largo de España. El túnel se ilumina con luces que se van encendiendo al paso, creando una atmósfera irreal, como de película de ciencia ficción. El cruce de estos casi tres kilómetros subterráneos es una experiencia muy especial que justifica por sí sola visitar esta vía verde.
Asturias. Vía Verde de la Senda del Oso
La Vía Verde del Oso es una de las primeras que se prepararon a cargo de este programa. El magnífico paisaje, la cercanía de Oviedo y su sugerente nombre atraen hasta su estrecha traza a muchos caminantes y cicloturistas de todo el país. La ruta comienza en Entrago, en pleno valle de Teverga, en suave descenso y acompañando el cauce del río rodeados de una naturaleza exuberante.
Girona. El Carrilet
El pequeño ferrocarril de vía estrecha (un carrilet en catalán) que unía Olot y Girona fue, desde su inauguración en 1911, hasta casi su cierre en 1969, la principal vía de comunicación de las comarcas de La Garrotxa, La Selva y el Gironés. Su trazado, desaparecido en parte a consecuencia de la Guerra Civil y en parte por unas graves inundaciones sucedidas en 1940, se ha convertido en uno de los itinerarios insignia del programa Vías Verdes. Olot ha sido siempre una ciudad importante pero encerrada en un anillo de volcanes.
Jaén y Córdoba. Vía Verde del Aceite y de la Subbética
A finales del siglo XIX la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces tendió una línea entre Linares y Puente Genil para transportar hasta el puerto de Málaga carbón, mineral de plomo y, sobre todo, aceite de oliva. No pasó mucho tiempo antes de que los andaluces lo bautizaran como el Tren del Aceite. Hoy, toda la línea está acondicionada como vía verde dividida en tres tramos bien diferenciados tanto desde el punto de vista formal como administrativo. De los tres, es el central el que resulta más interesante por el extraordinario paisaje que atraviesa y la riqueza monumental de sus pueblos. Hacer todo el itinerario del tirón es un fabuloso plan para los amantes de las alforjas, sobre todo en primavera.
Toledo. Vía Verde de la Jara
Antes de que el programa Vías Verdes interviniera en la línea férrea Talavera de la Reina-Villanueva de la Serena (que no llegó a entrar en funcionamiento) era una aventura atravesar sus largos, inundados y oscuros túneles. Una vez que se preparó, al principio del plan, la Vía Verde de la Jara se convirtió en uno de los buques insignia del programa y en una de las más visitadas. Cada fin de semana, decenas de cicloturistas venidos de toda la provincia de Toledo y de Madrid, viven la experiencia de atravesar una de las regiones más despobladas de España.
Teruel y Tarragona. Vía Verde del Zafán
La Vía Verde del Zafán ofrece un viaje agradable y enriquecedor. El camino suma más de un centenar de kilómetros desde las tierras de Teruelhasta el delta del Ebro, ofreciendo un variado catálogo de paisajes, un ramillete de pueblos monumentales y algunos viaductos grandiosos. El ferrocarril sobre el que se asienta se construyó por motivos comerciales y, sobre todo, militares, pues se pensó que abastecería toda la parte sur del valle del Ebro en el caso de una hipotética invasión de los franceses. Irónicamente, el Tren Sarmentero, como se le conocía, fue clave durante la Batalla del Ebro. En 1973 el hundimiento de un túnel firmó su partida de defunción.
Teruel, Castellón y Valencia. La Vía Verde de los Ojos Negros
La Vía Verde que va desde Santa Eulalia, en Teruel, hasta Algimia de Alfara, en Valencia, ha “recuperado” el tren minero que desde 1907 a 1972 transportó el mineral de hierro de las minas de Ojos Negros hasta Sagunto. Aquel tren de vía estrecha, que compitió con la línea Zaragoza-Valencia, es hoy la vía verde más larga de España, y nos da la oportunidad de hacer un viaje inolvidable desde las altas tierras de Teruel hasta el Mediterráneo.
Cádiz. Vía Verde de la Sierra
La Vía Verde de la Sierra discurre durante 36 kilómetros al pie de las sierras más meridionales de la península Ibérica, entre los pueblos gaditanos de Puerto Serrano y Olvera. Utiliza la obra de una línea ferroviaria diseñada a principios del siglo XIX que no llegó a superar la fase de proyecto. A lo largo de su recorrido, se observa la transición entre un paisaje eminentemente agrícola y otro serrano donde se alternan las masas de bosque mediterráneo, desde encinas a quejigos pasando por algarrobos, lentiscos y acebuches. La línea sigue el curso de los ríos Guadalete y Guadalporcún. El recorrido está lleno de sorpresas naturales como el Peñón de Zaframagón, donde habita una de las mayores colonias de buitres leonados de Andalucía. La Vía es “explotada” por la activaFundación Vía Verde de la Sierra que constantemente programa actividades ligadas a ella. Es la única vía verde reconocida como Ruta de Interés Turístico de Andalucía y ha sido premiada dos veces como la mejor vía verde de Europa en la categoría de Promoción y Desarrollo Turístico. La vía cuenta con una Patrulla Verde que funciona los fines de semana y festivo formada por cuatro guías que aparte de información turística, asesoramiento y asistencia, sensibilizan sobre el buen uso y respeto a las normas de funcionamiento.
Madrid. Vía Verde del Tajuña
El metro en el que los aficionados madrileños de la capital llegan aArganda (extremo norte de la vía verde del Tajuña) utiliza la plataforma del tren que hasta 1953 transportó viajeros a la localidad alcarreña de Alocén. No era aquel el punto final de la línea, sino Zaragoza, pero como tantos otros proyectos, éste se quedó a medias. El final de la línea duerme bajo las aguas del embalse de Entrepeñas.
Albacete. Vía Verde de Alcaraz
La parte recuperada tiene 75 kilómetros en total, pero lo cierto es que el tramo más interesante y agradable comienza en Balazote, en el kilómetro 31,5 de la Vía Verde y a las puertas de la sierra de Alcaraz. La parte que nos ahorramos es una llanura monótona que puede llegar a pesar demasiado, sobre todo teniendo en cuenta que han cubierto el camino con una grava insufrible. En el tramo recomendado nos esperan una veintena de túneles, cinco estaciones (una de ellas oportunamente salvada de la ruina y convertida en alojamiento) y varios viaductos que salvan inteligentemente los problemas planteados por el abrupto terreno. Sin olvidar que el destino es un bellísimo pueblo con un interesante conjunto-histórico.
