Taboada, la estación que recobra vida

Una taberna ocupa la antigua sala de espera de pasajeros cerrada desde hace años y devuelve la actividad al edificio

O. P. ARCAlalín / la voz, 17 de abril de 2016. Actualizado a las 05:00 h.

MIGUEL SOUTOFélix Calviño jugó de chaval en la estación de Taboada, que ahora ha hecho su lugar de trabajo.

Hay vida para las estaciones más allá del tren. Lo saben, en primera persona, Félix Calviño y Cruz Hermida. Porque ellos están al frente desde el mes de noviembre de Camiño de Ferro, la que definen como una taberna moderna y que se asienta en la estación de Taboada. Un servicio del que carecía el edificio en los años en que los trenes hacían allí parada: «A estación non tiña cantina. Onde está hoxe estaba a sala de espera, e a consigna. Eu acórdome de como era este local: había uns bancos de madeira e unha báscula para pesar os bultos, porque había xente con familia en Santiago como era o meu caso, e ás veces mandaban produtos da casa para alá, podíanse consignar mercancías».

Lo dice Félix Calviño, que nació en la propia parroquia silledense y tuvo en la estación un privilegiado campo de juegos con sus amigos de infancia y juventud, a partir de mediados los años 70: «Daquela as terras estaban todas traballadas. Se ías xogar ao fútbol a un prado ou unha veiga, chamábanche a atención. No patio da estación podiamos xogar sen que ninguén dixera nada, e incluso pintabamos as porterías con ladrillo nas paredes. Tamén era bo sitio para andar nas bicicletas, aínda que había algún rasconazo ao estar todo empedrado». Félix recuerda otros juegos: «Sentabamonos a poñerlle pesetas nos raíles, e esperar a que pasaran os trens». Porque pasaban: «Podía haber tres pola mañán e tres pola tarde, ademais dos expresos». Y los vecinos los utilizaban, por ejemplo para acudir al médico a Santiago: «Deixábate moi céntrico na estación, nuns anos en que había moitos médicos de pago na zona de Montero Ríos e Alfredo Brañas, e tamén se podía chegar ao Hospital Xeral».

Luego llegaría el cierre de la estación, y desde mediados del 2013 la desaparición de las paradas potestativas en Taboada. Félix Calviño nunca se imaginó trabajando donde tanto jugó de pequeño: «Ademais de ter un medio de vida, un séntese coa satisfacción de ter contribuido a que esto non desapareza, ou acabe en ruínas como tantas outras que hai por aí. Teslle un cariño, e tócache un pouco a fibra: pasas aquí moitas horas, e véñenche recordos de xente que xa non está, ou algún rapaz co que xogabas que agora falas con el por Facebook porque está fóra de España», y que le comenta sus ganas de hacer una escapada y visitar Taboada.

Y ver la vida que recobra la vieja estación. Porque Félix comenta que están contentos y gratamente sorprendidos por la aceptación de su apuesta hostelera: ofrecen comidas por encarga, y un menú diario «por debaixo dos 8 euros, para que a xente nos coñeza»; por la noche, trabajan las copas.

La esperanza de un tren turístico que devuelva pasajeros a la zona

La puesta en marcha de Camiño de Ferro en la estación de Taboada surgió por casualidad: Félix y Cruz paseaban por el entorno y se encontraron con quien resultó ser director general de Patrimonio del Adif. Empezaron a hablar del proyecto, y surgió así la idea de abrir el negocio. Calviño señala que su pareja «cociña moi ben, e tiñamos falado de probar unha experiencia nova na hostelería, pero sen concretar nunca nada»; Félix es aficionado al mundo del vino y de la coctelería, así que cuando el destino puso en su camino Taboada no se lo pensaron.

Indica que Adif facilita la tramitación del alquiler, aunque es preciso presentar una memoria y un anteproyecto, y la renta se fija en función de la inversión que se realiza. El contrato es por cinco años, y se renueva tácitamente de forma anual, salvo que Adif tuviese necesidad para uso propio de las instalaciones: «Nese caso, teríamos que devolverllas».

No parece el caso, en una línea con apenas un par de convoys de pasajeros al día. Calviño se muestra esperanzado de que algún día se concrete un proyecto para hacer un tren turístico que recorra la zona, similar a los trenes temáticos que cada verano recorren Galicia, con rutas del vino, los faros o pazos y jardines con historia: «Para nós sería fabuloso ter unha desas paradas, pero é un proxecto sen prazo».