El tren minero de Samuño entrará en servicio en las próximas semanas tras el desbloqueo económico

25 abril 2013

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El tren minero de Samuño ya tiene las ruedas sobra las vías. En las próximas semanas, el convoy podría entrar en servicio, una vez que se han conseguido desbloquear los últimos flecos que impedían alcanzar el ansiado proyecto, y en especial la financiación, y hacer viable esta aspiración de convertir el trazado de Samuño en una de las principales atracciones turísticas de la comarca. Un convenio entre el PSOE e IU ha permitido que el Ayuntamiento local lleve adelante esta iniciativa por la que suspira desde su planteamiento hace un par de años.

El proyecto del ecomuseo de Samuño ha sido financiado con cargo a los fondos mineros y ha supuesto un coste superior a los 6,5 millones de euros. El Ayuntamiento promovió inicialmente un consorcio, en el que iba a participar Feve, para gestionar el servicio, pero la empresa ferroviaria -integrada a principios de año en Renfe y el Adif- se desligó finalmente de la iniciativa, por lo que el Consistorio se vio obligado a buscar otras vías de explotación. Finalmente optó por ocuparse directamente de la gestión, para lo que suscribió un convenio con Tragsa. La firma estatal, que ya se encargó de la construcción del equipamiento, también se ocupará del mantenimiento a cambio del pago de una cantidad anual que rondará los 200.000 euros.

El presupuesto recoge una partida superior a los 180.000 euros destinada a sufragar los costes de explotación del tren minero y otra de 128.000 euros dedicada a acabar de pagar la deuda pendiente por la construcción de la instalación. En el capítulo de ingresos se ha fijado un epígrafe con la previsión de dinero que el Ayuntamiento prevé obtener en el primer año de funcionamiento del equipamiento, 168.000 euros, derivados fundamentalmente de la venta de entradas. La gestión del servicio requerirá una plantilla de cinco personas en total: un gerente, dos guías y dos maquinistas.

La cifra máxima prevista de visitantes es de 24.000 personas al año. Las tarifas para el tren minero oscilarán entre los 4 y los 30 euros. La entrada normal a las instalaciones del ecomuseo tendrá un coste de 20 euros, mientras que las de mayores de 65 y menores de 12 será de 5 euros. Para los grupos de más de 10 personas, el precio será de 10 euros. Las entradas de visitas escolares se establecen en 4 euros.

Los convoyes, que tienen 1,45 metros de altura y color anaranjado, llevan impreso el logotipo del Ecomuseo del Valle del Samuño y llevan la firma de las empresas checas Ferrit y Strojferr. Son especialistas en parque móvil de minería y fabrican maquinaria para diversos países. Las dos locomotoras DLP 50F son desmontables en tres unidades de montaje para facilitar su transporte en el lugar de trabajo.

De los diez vagones dos están adaptados para personas con discapacidad, con diez plazas. Los otros ocho transportarán a doce pasajeros, que ocuparán asientos de madera distribuidos de dos en dos. Cada vagón tiene tres parejas de bancos enfrentados y amplias ventanas para que los visitantes disfruten del recorrido.

Los pasajeros del tren turístico recorrerán 2,5 kilómetros a una velocidad de seis kilómetros por hora, aunque la locomotora alcanza una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora. Saldrán de la estación de El Cadavíu para llegar al Pozo Samuño e introducirse en el Socavón Emilia. El punto de destino del convoy será el embarque de la primera planta del Pozo San Luis de La Nueva, a 32 metros de profundidad. En este punto los visitantes saldrán a la superficie utilizando la ‘jaula’ del pozo para contemplar la espectacular casa de máquinas, construida en 1930, que conserva en su interior parte de las piezas iniciales como la máquina de extracción.

En el corazón de Langreo se encuentra uno de los yacimientos más importantes de la segunda mitad del siglo XX, aunque esta zona asturiana ha vivido más de 150 años dedicada a la extracción de mineral (carbón, sobre todo). Los pozos mineros Samuño y San Luis, joyas del patrimonio minero, o las recientes explotaciones a cielo abierto vuelven ahora a recobrar el protagonismo que tuvieron no hace demasiados años. El tren turístico en el que ahora se trabaja hará parte del recorrido que en su día trasladaba el carbón desde las minas del alto de Samuño hasta el valle del Nalón.

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