TRENEANDO

Incendio del TER 9736. Una muerte anunciada

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Crónica de una muerte anunciada. El TER 9736 estaba condenado. Y las pocas esperanas que existían de salvar alguna pieza, se cierran de golpe. El automotor propiedad de la Fundación de Ferrocarriles Españoles (FFE)que permanecía en un apartadero de Abando, cercano a la calle Bailén, ha acabado siendo pasto de las llamas. Aunque varias dotaciones de bomberos de la capital vizcaína intervinieron para sofocar el incendio, el tren ha quedadoprácticamente destruido. Las llamas también provocaron daños en diecinueve vehículos (cuatro turismos, dos furgonetas, nueve motocicletas y cuatro ciclomotores) que se encontraban aparcados en las inmediaciones. El TER está listo para la chatarra.

Los vecinos de las viviendas cercana a la estación de Abando se levantaron sobresaltados sobre las 5 horas de este domingo. El automotor de la FFE ardía sin control, al parecer en algún descuido de algunos de los indigentesque solían utilizarlo para pernoctar. De hecho, la Ertzaintza tuvo que rescatar a tres personas que dormían en su interior y que se han viron atrapadas por la violencia el incendio. El tren quedó seriamente muy dañado.

La situación del patrimonio ferroviario español deja mucho que desear. Y más en estos tiempos de zozobra económica. Cierto que el automotor que permanecía en Bilbao desde 1996 estaba ya en una situación precaria, pero todavía algunas de sus piezas podían haber servido como recambios para la unidad del Translozoya, el proyecto de la sierra Norte de madrid que espera la ayuda de Adif para poner en marcha el TER 597-010 ‘el último pitufo’), que ha sido restaurado en Lleida.

El automotor estacionado en Bilbao parecía condenado desde el momento en que los indigentes que frecuentan la terminal de Abando decidieron refugiarse en su interior. Había sido vandalizado y muchas de sus piezas vendidas. Aunque los integrantes de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Bilbao habían lanzado la voz de alarma en varias ocasiones, nadie les ha hecho el menor caso. La preocupación era doble. Visto lo sucedido con la rama 1B19 del Talgo III, que acabó en la chatarra tras el robo continuado de su material, pensaban que corría el mismo peligro el TER 9736 -que ya sufría los efectos de la corrosión en su estructura y los ataques y expolio de sus piezas-; y, sobre todo, la Unidad 906que custodia la Asociación y que fue trasladada al andén 18 para su vigilancia y seguridad. Eso sucedió en junio.

La vida del TER de Bilbao ha sido efímera. En noviembre de 2012 la AAFB renunció a su custodia. El Museo de Delicias quería que el automotor sirviera para el proyecto turístico en la sierra de Madrid. Pero el estado del convoy, con la carrocería deteriorada, propició que se seleccionara el TER 9710 en manos de la Asociación Vallisoletana de Amigos del Ferrocarril (ASVAFER). El vehículo, conocido como el ‘último pitufo’ porque mantuvo el color original azul de su carrocería, fue desmontado, saneado y reparado en los Talleres de Lleida. Allí pasó todo tipo de pruebas para obtener los certificados necesarios para regresar a la vía. Sólo queda que Adif decida autorizar su vuelta, pero sin saber muy bien por qué retrasa una y otra vez los permisos correspondientes. Y, además de diversos bulos, comienza aextenderse el pesimismo sobre su regreso.

(Imagen cortesía Luis Calabor)

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