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26 marzo 2019

INCIVISMO

Un año de libertad vigilada por pintar un tren

 


El menor condenado deberá participar en un programa de formación y sus padres pagar 3.265 euros a Renfe

 

El juzgado de menores número 3 de Barcelona ha condenado a Juan Luis, un menor grafitero vecino de Canyelles (Garraf). Se ha confesado autor de un delito menos grave por daños al haber pintado el 13 de mayo del año pasado un tren de Renfe en la estación de Vilanova i la Geltrú. Se le ha condenado, en una sentencia que ya es firme, a un año de libertad vigilada con programa formativo.

Por su parte, los padres del menor, Jacinto Juan e Isabel, se han mostrado conformes a pagar de forma solidaria 3.265,93 euros a Renfe-Operadora en concepto de responsabilidad civil. Esta cantidad se corresponde con los daños causados en el vagón pintado. El menor actuó cubierto con un pasamontañas y pintó con varios aerosoles una superficie de 20 metros cuadrados de un vagón. Se le pilló llevando varios de estos artilugios. El menor, que tenía 16 años en el momento de los hechos, aceptó durante el juicio los hechos imputados por el ministerio fiscal, así como la condena.

En el 2018 se pintaron 4.825 grafitos en Rodalies, que ocuparon la superficie de cinco campos de fútbol

“Los grafitis son una lacra que suponen, sólo en Catalunya, un coste de 10 millones de euros anuales,” explicó un portavoz de la compañía ferroviaria. “Esta rémora –añadió– se tiene que combatir desde la educación”. Desde Renfe no se tiene dudas de que “las consecuencias para los autores tienen que ser acordes al daño causado”. La misma fuente oficial manifiesta que la empresa valora positivamente esta sentencia, dictada por el magistrado Mariano David García, por el hecho de incidir en un programa formativo a la hora de condenar al joven encausado.

 

 
 
 

 

Renfe ha tirado de ironía para poner de relieve el problema de la acción de los grafiteros. En diciembre, en un comunicado de prensa, se informó de que “al inicio del servicio de hoy, la compañía ha puesto en circulación un tren sin grafitear. En el momento de escribir esta nota todavía no había sido pintado. Si alguien lo ve no se trata de un espejismo”. Aquel día se explicó que el 87% de los trenes del parque de Rodalies Catalunya está pintado (el 45% de los grafitos se hacen en territorio catalán). El año pasado se presentaron 1.759 denuncias a los Mossos y se pintaron 4.825 grafitos, de una superficie equivalente a la de cinco campos de fútbol.

La estación de Renfe de Vilanova i la Geltrú sigue siendo el principal punto negro de Catalunya con respecto al vandalismo a pesar de las cámaras de seguridad, los elementos de monitorización más modernos de la red de Rodalies y el refuerzo de la vigilancia. De enero a octubre del año pasado reparar los destrozos costó 22.341 euros. En este mismo periodo, en la estación de Sants las reparaciones costaron 20.629 euros, en la del Clot-Aragó 20.629 y en la de Passeig de Gràcia 8.427. En Sitges el coste de las reparaciones subió a 7.902 euros. Renfe cree que “hay que endurecer las consecuencias” del vandalismo.

 

 

 

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