La circulación de Cercanías no se restablece de momento en el tramo afectado por el choque de dos trenes el viernes pasado en Castellgalí (Barcelona), en el que murió la conductora de 26 años de uno de los convoyes y un centenar de personas resultaron heridas de diversa consideración. Los maquinistas han forzado a Renfe a prolongar la suspensión del servicio mientras se investigan las causas del accidente y hasta que no se refuerce la seguridad en el recorrido. Un viajero murió el pasado noviembre en un descarrilamiento en la misma línea, en las inmediaciones de la parada de Vacarisses.

La compañía anunció a las 19.45 horas de ayer que el tráfico de las líneas R4 y R12 se recuperaría esta mañana, una vez retirados los vagones colisionados y arreglados los desperfectos. Sin embargo, rectificó tres horas más tarde, cuando informó que se mantenía el trasporte alternativo de autobuses entre las estaciones afectadas del centro de Cataluña, aunque la vía ha quedado despejada para dejarla operativa. Renfe se corrigió después de que el sindicato de maquinistas Semaf comunicase que los conductores no atravesarían el recorrido del siniestro, "por existir riesgo grave e inminente de poder repetirse accidentes de circulación iguales o similares al ocurrido el 8 de febrero", afirma en una nota interna.

En el mismo escrito dirigido a altos responsables de Renfe y de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, Semaf señala que, de acuerdo a las indicaciones de sus delegados de prevención, la "paralización se mantendrá en tanto en cuanto no se analicen y solventen las deficiencias de las actuales instalaciones de seguridad". En los últimos días, la Generalitat también había instado a que la circulación no se recobre hasta que se introduzcan mejoras en la línea.