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6 noviembre 2018

Gijón

El plan de vías consumió casi diez millones en maquetas, estudios y proyectos desde 2003

El plan de vías consumió casi diez millones en maquetas, estudios y proyectos desde 2003
ÁLEX PIÑA

Parte del dinero se destinó a diseñar estaciones y trazados hoy inservibles. Poner al día los trabajos aún aprovechables exigirá otros 2,3 millones más

RAMÓN MUÑIZ | MARCOS MORO GIJÓN. Domingo, 4 noviembre 2018, 07:28
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El Ministerio de Fomento tiene parte de razón. Partidos, asociaciones vecinales, sindicatos y empresarios de la región anunciaron esta semana una campaña de movilizaciones para forzarle a que dé luz verde definitiva al convenio del plan de vías acordado por el Ayuntamiento, el Principado y el propio ministerio durante el Gobierno de Rajoy. El equipo actual, liderado por José Luis Ábalos, alega que lo que procede hacer aquí es lo mismo que en Santander. En 2015, se firmó un protocolo que no se convirtió en convenio hasta el pasado mes, cuando se dispuso de un estudio informativo que clarificara los costes de la operación en la que todos se estaban metiendo.

El ministerio tiene parte de razón cuando aduce que en Gijón carece de un informe madurado por los técnicos, que tenga la categoría de estudio técnico, y que precise si los 814,02 millones en los que estimó el equipo anterior las obras pendientes son una cifra cierta. De todas las piezas que compone el puzle tiene trabajos y análisis de ese rango e incluso más precisos, pero no de la nueva estación intermodal que se pretende ubicar al lado del Museo del Ferrocarril. A la instalación se le supone un coste de 316,26 millones, lo que equivale al 38,9% de toda la operación. Es mucho dinero estimado bajo métodos poco precisos. La cifra tiene un alto grado de incertidumbre. La geología del lugar es complicada y la factura final podría cambiar ostensiblemente. Ejemplos ha habido antes en esta historia. En 2008 el entonces secretario de Estado de Infraestructuras y presidente de Gijón al Norte, Victor Morlán, aseguró que la supresión de las vías saldría por 306 millones. Tenía el respaldo de un anteproyecto que así se lo concretaba. Tres años antes un estudio informativo había dicho que aquello mismo con cien millones se arreglaba.

El ministerio, queda visto, tiene parte de razón pero no toda. Un estudio informativo concreta mejor los costes que una estimación a la ligera, pero también puede equivocarse respecto a un anteproyecto, que es algo todavía más trabajado. Al final la decisión de qué tipo de certidumbre es necesaria antes de rubricar un convenio es meramente política. El acuerdo original del plan de vías por ejemplo data de 2002; en él tres administraciones se comprometían a dotar a la ciudad de un metro y una nueva estación de autobus. Lo asumían con el único resplado de un estudio informativo preliminar y una campaña geotécnica a medio hacer.

Al final cualquier decisión está marcada por lo dilatado de esta historia. Se han perdido tiempo y millones en decisiones equivocadas y todo ministro llega al cargo con ese lastre. Lo entendió Íñigo de la Serna, cuando a los siete meses de coger la cartera dijo que «con el plan de vías queremos recuperar la credibilidad que perdimos en Gijón».

 

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Once encargos hechos

Resulta difícil decir ahora que hace falta esperar un estudio informativo obviando la cantidad de diseños, maquetas, exposisiciones, estudios informativos y proyectos que se han encargado. Desde 2003 van once, con un presupuesto pagado o contratado de 9,5 millones. Son casi 1.600 millones de pesetas dedicados mayormente a papel, trabajo intelectual, y publicidad. La suma excluye las obras que deben hacer realidad un sueño que ha pasado la mayoría de edad. Fue en junio de 1999 cuando José María Aznar presentó la primera versión del Plan de Infraestructuras 2000-2007, programa que terminará incorporando al listado el proyecto Metrotrén de Asturias. Han pasado 19 años.

Tantos estudios y diseños se han hecho que ahora la administración se encuentra con dos horrores administativos. De un lado, sabe que parte de lo pagado no le sirve. Por ejemplo, los 115.143 euros gastados en las exposiciones de 2008 y 2011, en el Antiguo Instituto y la Colegiata, con maquetas que hablaban de un AVE que llegaría bajo un hotel de forma espiral, ideado por el arquitecto Alejandro Zaera. O los 203.000 euros para diseñar la cubierta de la desechada estación en Moreda.

Al margen de lo perdido, el ministerio se encuentra ahora con que, para ganar tiempo, debe invertir 2,3 millones en poner al día los proyectos de la prolongación del túnel hasta Cabueñes y la estación de la plaza de Europa. Ha pasado una década desde que pagara por su redacción, y ahora deberá adaptarlos a los cambios legislativos y técnicos ocurridos.

El plan de vías se revela así como una mina en lo tocante a la producción de estudios. El último de los grandes es el que el ministerio pone de condición. Si se cumplen los plazos su primera versión no verá la luz hasta el verano que viene, cuando se someta a información pública.

 

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