En los próximos días el Gobierno de Pedro Sánchez quiere presentar su proyecto de presupuestos para 2019 y conviene recordar que una cosa es anunciar esas inversiones y otra muy distinta cumplirlas. Tal y como avanzó EL COMERCIO, hasta el 30 de junio el Ministerio de Fomento había ejecutado el 16% de los fondos que las cuentas ahora en vigor reservan para avanzar durante todo el año la variante de Pajares, modernizar las cercanías, los puertos, las carreteras y autovías pendientes. Lo conveniente es llegar al verano con un gasto que se aproxime a la mitad de los fondos disponibles. Hay obras que por su situación pueden ir más retrasadas, pero en el cómputo global dejar pasar seis meses con tan escaso gasto aboca a Fomento a pedirle ahora a los constructores que pisen el acelerador para recuperar el tiempo perdido o resignarse a perder los fondos consignados.

El problema viene sin embargo de lejos. Según los informes del Ministerio de Hacienda, las cuentas estatales concedían 669 millones para avanzar las obras de la región entre los años 2015 y 2017. Ese fondo llega hasta los 772 millones si se le agrega la mitad del presupuesto de 2018, suma que permite entender la capacidad de gasto que tenía el departamento en la región desde el 1 de enero de 2015 hasta el 30 de junio de 2018. De todo ese dinero aprobado por las Cortes para Asturias, las constructoras recibieron un 62,1%. Los 292,8 millones restantes o quedaron sin gastar y por tanto se los ahorró el erario público, o fueron aprovechados en obras de otros territorios.