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El tren asturiano, en situación precaria

 

 

 
 
 
 
 
 
 
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El Ministerio de Fomento subvenciona con 2,2 millones de euros el servicio de cercanías entre Gijón y León para que siga funcionando, a pesar de que un informe elaborado por la consultora Ineco lo considera «ineficiente», como se clasifica a las fecuencias con menos de un 15% de aprovechamiento y que no llegan a cubrir el 30% de sus costes operativos. De media, el tren regional asturleonés circula con un 91,8% de los asientos vacíos.

En la última auditoría, el balance entre ingresos y gastos se situó en el 9,9%. Es decir, que por cada 99 céntimos que ponen los viajeros el ministerio debe aportar otros 9,1 euros para cubrir los costes. Utilizando la contabilidad de 2015, el informe detalla que los clientes aportaron 244.006 euros mientras que los costes de este servicio ascienden a 2,4 millones.

El estudio de Ineco asegura que la conexión Gijón-León está en una posición precaria, al revelarse como la segunda más deficitaria del país en la categoría de relaciones interregionales. Solo la conexión entre Madrid y Sigüenza requiere de una ayuda del Gobierno central de mayor proporción, dado que lo que pagan sus clientes aportan apenas el 2,2% de la factura.

Con cuatro servicios Alvia al día circulando de Gijón a León y otros tantos en sentido contrario, el regional tiene la virtud de dar servicio a las estaciones del puerto. Tarda así unos cuarenta minutos más que el tren de largo recorrido, pero se detiene en Ujo, Lena, Campomanes, Puente de los Fierros, Linares-Congostina, Busdongo, Villamanín, Santa Lucía, Pola de Gordón y La Robla. Hay un regional que termina su trayecto en la capital vecina, pero se alterna con otro que continúa hacia Valladolid. El Gijón-León capta una media de nueve viajeros por circulación, mientras que el que sigue hasta la capital pucelana alcanza los 48 usuarios.

El informe propone al Ministerio de Fomento que mantenga la financiación de la conexión. La cartera de Íñigo de la Serna considera, sin embargo, que «se debe mejorar el aprovechamiento, así como mejorar la ratio de cobertura». Como remedo a la situación actual de esta conexión sugiere, que los servicios que siguen el viaje hacia Valladolid se libren con trenes de 120 asientos, más pequeños y baratos de poner en circulación que los actuales. La idea propuesta para acabar con esta baja utilización de los servicios ferroviarios, además, tiene precedentes. Es la que se aplica, por ejemplo, en el servicio que se ciñe al recorrido entre Gijón y León, uno de los trenes regionales más ruinosos del país, a tenor del informe de Ineco. Este documento, elaborado en noviembre, sirvió de base para que un mes después el Consejo de Ministros aprobara seguir financiando todos los trenes regionales que aún existen y los servicios de cercanías.

Los trenes de Renfe tienen en Asturias el 21,1% de las plazas ocupadas, 15 puntos menos que en el resto del país. Málaga, con unas 11.000 circulaciones menos al año logra casi el doble de pasajeros. Los cercanías aquí llevan un promedio de 89 clientes por tren, lo que supone un 71% menos de gente que en el resto de núcleos. Solo Santander y Zaragoza ven pasar a trenes más vacíos, con 51 y 23 pasajeros por unidad.

La auditoría, que el Ministerio de Fomento acaba de divulgar en su web, se hace eco además de una serie de encuestas realizadas a los clientes. Preguntas y respuestas que señalan a los asturianos como los viajeros menos fieles al ferrocarril. Solo el 21,7% declaró que utilizaba únicamente el cercanías para moverse, cuando en el resto del país así se confiesan el doble de los preguntados. Aquí la mitad de los encuestados admite alternar el ferrocarril con el coche particular y un cuarto dicen que en caso contrario optan por el autobús. Se trata en ambos casos de las mayores proporciones del país.

(Imagen Paloma Ucha)

 

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