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19 septiembre 2016

Feve pierde la mitad de sus viajeros desde que cortó la vía en La Asunción hace 5 años

La compañía conserva apenas 190.004 usuarios tras las demoras de la integración, que se fijó que estaría en 18 meses.

18/09/2016

 
 
  • El autobús traslada a los viajeros desde La Asunción hasta al terminal de Padre Isla desde que se cortaron las circulaciones ferroviarias hace ahora justo cinco años. SECUNDINO PÉREZ -
    El autobús traslada a los viajeros desde La Asunción hasta al terminal de Padre Isla desde que se cortaron las circulaciones ferroviarias hace ahora justo cinco años. SECUNDINO PÉREZ -

 

ÁLVARO CABALLERO | LEÓN

A las 22.20 horas del 18 de septiembre de 2011 salió el último tren de Feve desde la estación de Padre Isla con destino a Cistierna. Se dejó por el camino, como se ve ahora, casi la mitad de los viajeros que se montaban a diario en los cercanías que llegan hasta Guardo y el regional que alcanza Bilbao. No quedan en la actualidad apenas más que 190.004 usuarios de la línea, frente a los 329.011 con los que se cerró la contabilidad de 2010, ultimo ejercicio completo sin el corte de la línea en el apeadero de La Asunción. Entonces, se comprometió que en 18 meses estarían finalizados los trabajos de la integración de los 2,6 kilómetros de la traza ferroviaria en la capital leonesa. Hoy se cumplen cinco años desde aquella tarde en la que el andén de la terminal quedó vacío, mientras la sangría de resultados continúa y los trabajadores refuerzan su convencimiento de que «se trata de una maniobra deliberada del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para justificar su cierre», como expone el portavoz de UGT en la compañía, Fulgencio Bandera.

La revisión de las cifras demuestra el declive paulatino de los resultados de la línea de Feve desde que se cortó la línea para los trabajos de la integración: 329.011 viajeros en 2010, 288.577 en 2011, 226.823 en 2012, 219.864 en 2013 y 178.017 en 2015. Y sin freno. El transcurso de lo que va de año confirma los augurios de los trabajadores. A mayores de los 139.00 viajeros que se han perdido en las circulaciones leonesas en los cinco ejercicios precedentes, los ocho primeros meses de 2016 se dejan otros 24.422 usuarios con respecto a la misma franja temporal de 2015.

la sangría de los cercanías

Los datos se ceban sobre todo con los cercanías: 14 frecuencias de ida y vuelta de lunes a viernes y 8 los sábados, domingos y festivos. Con estaciones término en Matallana, Cistierna y Guardo, repartidas desde las 07.10 hasta las 21.15 horas, estas circulaciones son las habituales de los viajeros que veían el tren de vía estrecha como el transporte adecuado y cómodo para comunicarse con León, sin tener que cerrar más puertas de casas en los pueblos y mudarse a la capital. Pero el corte de la línea en la parada de La Asunción, que obliga al transbordo en bus para llegar al centro de la ciudad, y los problemas por la falta de maquinistas que obligan a hacer parte de algunos trayectos en autocares fletados por la compañía ferroviaria han terminado por perder 134.712 usuarios en estos cinco años, el 44,9% de los que tenía en 2010, a los que se suman ya los 22.651 de retroceso de los ocho primeros meses del ejercicio actual.

Ante este descalabro, la caída de los regionales a Bilbao parece una anécdota con 4.295 billetes menos vendidos, apenas un 14,6% respecto a los 29.278 que cinco años atrás completaban el trayecto del viejo Hullero que alimentó con carbón los altos hornos vascos desde su nacimiento en el año 1923. «Una vergüenza absoluta», como resume Bandera, quien insiste en «la dejadez» de los responsables de Adif y Feve que lleva a que «incluso haya menos porque hay billetes que no se cobran». «Como en algunos trenes no va revisor porque falta personal, si alguien se monta en una estación en la que no hay tornos de entrada, no paga», relata el portavoz sindical de la compañía para dar muestra del calado de las quejas que acumulan en los últimos años.

sin revisores, sin pagar

Más grave, advierten los trabajadores, es la situación generada con los autobuses que hacen partes de la línea cuando no hay maquinistas para cubrir los trayectos, así como por las averías que se generan en algunos vehículos y que, ante la falta de piezas de recambio, condicionan las circulaciones. «Como mínimo ha sido uno diario sólo en este último verano», cita Bandera, quien incide en que «si se suma que no vaya revisor en estos viajes, el conductor del bus no entra a los apeaderos que están un poco apartados y los viajeros se quedan allí». «Cómo no se van a peder usuarios si los estamos expulsando nosotros mismos para que vayan en autobuses», apostilla el sindicalista.

La factura de estos viajes fletados por la ausencia de maquinistas se suma a la que tiene que asumir el Ministerio de Fomento por los buses que hacen el trayecto desde la estación de la avenida Padre Isla hasta la parada de La Asunción. Feve ha contratado durante estos años con Alsa el servicio por un importe de cerca de 120.000 euros en cada uno de los cinco ejercicios, a pesar de que se había comprometido que tan sólo serían 18 meses.

El último de estos contratos se adjudicó este mismo verano. A pesar de que Feve insiste en que entregará la obra en mayo, como comprometió en junio tras arrastrar 18 meses de paralización total, el ministerio concedió a finales del pasado mes de julio el contrato por otros 12 mese más. La administración estatal tendrá que abonar 118.822 euros a la empresa de transportes por carretera por cumplir con los trayectos. «Y por si fuera poco, ahora ponen otro bus de apoyo que va detrás», recalca Bandera.

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