La construcción del AVE entre Galicia y la Meseta ha sido una prioridad de la ya exministra de Fomento, la pontevedresa Ana Pastor. Con su elección como presidenta del Congreso (provisionalmente le sustituye en Fomento Rafael Catalá, titular de Justicia) cierra un ciclo en el ministerio inversor que, en el caso de Vigo, ni mucho menos es completo. Es la parte negativa de su gestión que incluye, en el haber, actuaciones más positivas en otras infraestructuras (puerto, Peinador o avenida de Madrid).

El nudo gordiano del AVE entre Madrid y Vigo es su inexistencia, ahora y en el futuro. La alta velocidad ferroviaria enlazará la capital española con la gallega, donde deberá utilizar el eje atlántico para llegar a Vigo. La alternativa para evitarlo, que lleva sobre la mesa más de una década, es construir el ramal de Cerdedo, entre el norte de la ciudad de Pontevedra y los alrededores de la de Ourense. 60 kilómetros para evitar un desvío que retrasará entre 15 y 20 minutos el viaje, algo relevante cuando se habla de 3 horas en total.

El verdadero problema de este ramal es que cuesta del orden de 1.400 millones de euros, un cantidad que paraliza a Fomento. Con el socialista José Blanco se encargaron los estudios ambientales previos para ganar tiempo. Pastor aprendió el cuento y volvió a encargarlos, y con esta dilación consumió el mandato. Llegado el final, todo sigue igual que en el 2011, a expensas de lo que decida su sucesor... y Ciudadanos, un partido que se dio a conocer en Galicia precisamente por su reticencias al AVE gallego.

Con el edificio de la estación de Thom Mayne la gestión ha sido diferente, y supuestamente se ha intentado, pero el resultado idéntico: todo sigue igual. Blanco, de nuevo, convocó el concurso para buscar capital privado que unir al público en un proyecto estimado 160 millones de euros. No se presentó nadie y Pastor decidió reiniciar el proceso, ofertando una opción barata (90 millones) y otra cara (160), pero igualmente la convocatoria quedó desierta. Ante ello, inició en vísperas de su adiós un procedimiento negociado cuyo éxito se verá en octubre. Cuando eso ocurra, como se preveía, Ana Pastor estará en su nuevo destino y habrá otro titular en Fomento. No obstante, su futuro está en el aire ya que el Plan Xeral vigente no la contempla.

A estos dos rotos en el vestido de su gestión se puede añadir el parón de hecho de la autovía gratuita, alternativa a Rande, de Vigo a Pontevedra, pero en este caso las expectativas eran escasas.

Obviamente, Pastor también puede exhibir logros que venían de su antecesor. Consiguió terminar la estación ferroviaria de Urzaiz, en servicio desde hace más de un año, y también funciona a pleno rendimiento el megaampliado aeropuerto de la ciudad, aparcamiento incluido.

Un proyecto tramitado por Pastor, pero que venía de atrás, es la ampliación de Rande más el añadido de un carril suplementario durante 3,5 kilómetros. Los trabajos van retrasados y el puente estará listo con un año de retraso. Paralelamente, puso en marcha la bonificación de la AP-9, eliminando el peaje de regreso para los conductores con dispositivo VíaT.

La ya ex de Fomento construyó la pasarela de Peinador al Ifevi, posibilitando una conexión peatonal demandada por el instituto ferial. Y, casi como despedida, firmó con Caballero el convenio para la avenida de Madrid, una sentida demanda municipal. Pondrá 6 de los 9 millones que cuesta y habrá obras tres años.