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TRIBUNALES | Tres personas fallecieron

Solicitan penas de 12,5 años por el arrollamiento de unos excursionistas en 2002

  • Las víctimas emprendieron una excursión nocturna entre Alicante y Guardamar
  • El paso de un tren Talgo los arrolló a la altura de la partida de Aguamarga
  • Fallecieron un hombre de 65 años, una niña de 12 y la madre de ésta, de 50

Lunes 18 de enero de 2010

Los cuatro acusados por la muerte de tres personas que fueron arrolladas por un tren cuando participaban en una marcha nocturna, ocurrida en septiembre de 2002, declararán este martes en el Juzgado de lo Penal 4, después de que la vista oral comenzara este lunes con cuestiones previas al desarrollo del proceso.

Los hechos se remontan a las 22.50 horas de 28 de septiembre de aquel año cuando un tren Talgo arrolló a la altura de la partida de Aguamarga (Alicante) a varias personas que integraban un grupo de unos 150 excursionistas que poco antes había iniciado una marcha nocturna por la costa entre la capital y Guardamar de Segura.

A consecuencia del accidente fallecieron un hombre de 65 años, F.G.B., y una niña de 12, M.V.H.C., y días después también murió en el hospital la madre de ésta, F.C., de 50 años, mientras que también resultó gravemente herido el tío de la pequeña, así como otras personas.

El Ministerio Fiscal solicita en sus conclusiones provisionales para tres de los acusados -dos responsables de la organización de la marcha y al encargado del apeadero de San Gabriel- penas que oscilan entre los dos años y medio de prisión y los tres años y medio por tres delitos de imprudencia grave por homicidio y siete de imprudencia por lesiones.

Las acusaciones particulares introducen a un cuarto acusado, el conductor del tren, para quien piden tres años de prisión.

En su relato, el fiscal considera que la Unión Excursionista de Elche organizó esta marcha, a la que se sumaron unas 150 personas.

Tras esperar el paso de un tren de cercanías que sabían que pasaba por el apeadero a las 22,14 horas se inició la marcha por un sendero que discurría entre una escollera de piedras en el lado del mar y una vía férrea.

Sin embargo, al llegar al denominado "Barranco de los Frailes", donde no existe sendero alguno paralelo al puente que lo salva, los excursionistas ocuparon la vía férrea para continuar su marcha.

Instantes después, un tren entre Barcelona y Murcia, que había partido del apeadero de San Gabriel, llegó a este lugar y, a pesar de que el maquinista accionó el frenó y emitió un silbido de advertencia, algunos excursionistas fueron "golpeados por el amortiguador del lateral izquierdo de la locomotora o se apartaron violentamente para no ser arrollados o fueron atropellados".

El representante de la acusación pública considera que el presidente de la citada agrupación ilicitana, al igual que uno de sus vocales, "tan solo se cercioró mediante un folleto de la circulación de trenes de cercanías, pero de forma absolutamente irresponsable" no se informó de los trenes de largo recorrido.

Asimismo, añade que no tuvo en cuenta la posibilidad de buscar un trazado alternativo con el fin de evitar la marcha por las vías del tren a su paso por el citado puente.

Por lo que respecta al responsable -factor- de circulación del apeadero de San Gabriel, el fiscal subraya que una de sus obligaciones es comunicar cualquier incidencia que afecte a la seguridad de la circulación ferroviaria.

Al margen de asegurar que éste observó como algunas personas cruzaron en diversas ocasiones las vías, no advirtió al maquinista del tren (Barcelona-Murcia) de esta incidencia ni de la presencia del grupo.

A lo largo de la instrucción, que se ha prolongado durante siete años, los representantes de la Unión Excursionista de Elche han mantenido que RENFE conocía esta marcha y que, de hecho, el responsable del apeadero no detuvo la salida de los excursionistas.

Sin embargo, la compañía ferroviaria siempre ha desmentido que se diera permiso para la actividad nocturna.

Además, informó de que consideraba adecuada la velocidad que llevaba el tren, a partir de los datos recabados del tacógrafo de la máquina locomotora.

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