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Adif debe indemnizar a seis vecinos de Balmaseda que soportan el paso de 38 trenes diarios

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Un juzgado de Madrid condena al gestor estatal de infraestructuras ferroviarias (Adif) a indemnizar a seis vecinos de Balmaseda con 7.000 euros a cada uno por el ruido y vibraciones que soportandebido al paso diario de 38 trenes a escasos metros de sus viviendas. En la sentencia, el Juzgado Central de lo contencioso administrativo número 8 de Madrid condena también a Adif aadoptar medidas correctoras de los ruidos y vibraciones en dichas viviendas provocados por el tráfico ferroviario.

Seis vecinos de Balmaseda, residentes en el Paseo Martín Mendíade esta localidad vizcaína, denuncian las molestias que sufrían en sus viviendas tras la apertura, en abril de 2009, del nuevo apeadero de La Calzada, de la línea de Feve procedente de Bilbao. El fallo judicial recoge que el aumento de la circulación ferroviaria a consecuencia del nuevo apeadero es “enorme”, al pasar de una frecuencia de 4 o 5 trenes de mercancías al día, al paso de 38 trenes en días laborables y 21 en domingos y festivos.

El texto subraya que sobrepasar los límites acústicos establecidos supone un “daño efectivo” que “conlleva necesariamente la disminución de la calidad de vida” de los denunciantes “perfectamente comprensible”.

Aunque en la sentencia se reconoce que no se han aportado informes médicos que acrediten daños a la salud, la jueza señala que “ello no es óbice para poder concluir que el paso de 38 trenes al día a pocos metros de las viviendas produciendo ruidos y vibraciones que exceden los límites establecidos causa evidentes molestias y, en definitiva, daños morales“.

Los recurrentes “no tienen por qué soportar un impacto que conculca los derechos consagrados constitucionalmente de disfrute de un medio ambiente adecuado, y de una vivienda digna”, agrega el fallo. Por ello, se condena a Adif a indemnizar a cada uno de los vecinos con 7.000 euros, excepto para uno de ellos, para el que se fija una compensación menor, de 5.600 euros, ya que ha residido en la vivienda afectada menos tiempo desde que se abrió el nuevo apeadero.

También se condena al gestor ferroviario a adoptar medidas para corregir los ruidos y vibraciones en las casas, como la sustitución de los tendidos ferroviarios de madera por otros de material más moderno y fonoabsorbente, la colocación de paneles con forma de semitúnel que absorban parte del ruido, y la instalación de ventanas con “gran capacidad aislante” en las viviendas.

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