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6 marzo 2016
EL LECTOR EXPONE
Viajar con niños en Renfe
05/03/2016 01:05 | Actualizado a 05/03/2016 10:52
¿Le pasa algo a la sociedad o me da a mí la impresión de que la gente cada vez soporta menos a los niños pequeños? Subo al AVE dirección Madrid con mi mujer, dos niños de tres y un año, sillita y maletas. Cuando después de todo el estrés que supone llegar allí a tiempo, te instalas en tus asientos y oyes: “¡Vaya mierda! De todo el tren nos tenían que tocar a nuestro lado”. Evidentemente la chica que soltó el comentario acababa de ver cómo se esfumaba el apacible viaje, abrazadita a su pareja, que había imaginado. Inmediatamente recibió mi pronta respuesta informándole de que era una maleducada y de que existía un vagón silencioso donde nadie la hubiera molestado. Su novio se puso rojo como un tomate irremediablemente avergonzado.
Lo más curioso fue cuando en el viaje de vuelta sucedió exactamente lo mismo con una adolescente que no paró de quejarse en alto: “Es que no hay derecho”, “no tendrían que dejar viajar a niños”. ¿Alguien cree que nosotros viajamos cómodos con los niños? Cuando ni siquiera hay un mísero espacio pensado para ellos, ¡necesitan moverse! Y no son malcriados, si hacen algo mal hecho, se les riñe y ya saben pedir perdón. ¿Pero acaso creen que podemos retener a los niños durante tres horas sentados y en silencio? Para nosotros el viaje es una tortura mayor que para el que viaja sin niños, o sea que, por favor, sean respetuosos con las familias porque, aunque ya no estén de moda, aún se nos permite viajar. Son niños y ustedes también lo fueron.
Así que, o le piden a Renfe un vagón infantil o reservan en el vagón silencioso y si no, se muerden la lengua, y si encima nos sonríen se lo agradeceremos de todo corazón. Sepan que en Semana Santa viajaremos de Barcelona a Málaga en AVE, seis horitas; lo digo por si quieren ir anulando el billete.