La oposición cree «bochornoso» el caos de los Talgo y exige medidas

Un tren Talgo de Renfe entra en Almería por las vías situadas entre El Puche y Los Molinos. :: manzano

El alcalde reconoce el «problema» del tren en Almería y promete «esfuerzos» en la próxima legislatura tras tres años con las obras paradas
- M. C.
- ALMERÍA
Las tres averías y más de cuatro horas de espera que tuvieron que sufrir estoicamente los 180 pasajeros de Renfe que el viernes utilizaron el Talgo de la tarde para viajar entre Madrid y Almería ha sido para muchos la gota que colma el vaso de una situación que continúa invariable en las comunicaciones ferroviarias almerienses desde la supresión del tren nocturno con Madrid y la más cercana del directo con Barcelona.

«Es una situación bochornosa, una agresión a la imagen de Almería y a los viajeros», calificaba ayer mismo el senador y líder de la oposición municipal en la capital Juan Carlos Pérez Navas. Precisamente en Feria, motivo del viaje de muchos de los pasajeros que utilizaban el viernes los servicios ferroviarios. «Estas máquinas y vagones tienen más de 30 años, deberían estar jubilados. Y el Gobierno y ADIF deberían pensar en el remplazo, no solo por la calidad del servicio sino por seguridad». El socialista, que remarcó la escasa velocidad comercial de los servicios ferroviarios almerienses -que se convertirán, en pocos meses, en los más lentos del país- insistió en que hecho como los ocurridos el viernes deben de ser una «alarma» para que Almería se dé cuenta de que «no puede ser noticia» por hechos como los de anteayer.

Los retrasos e incidencias en los servicios Talgo entre Almería y Madrid y viceversa vienen siendo una constante en fechas recientes. De hecho, esta situación -ampliamente conocida- se daba el mismo viernes en el Talgo de la mañana, con 45 minutos de retraso. Los dos Talgo de ayer también circularon con retrasos de entre 15 y 40 minutos. Pérez Navas reclamaba en julio en una pregunta por escrito en el Senado explicaciones por esta perseverante situación sin que el Gobierno haya ofrecido hasta el momento una respuesta al respecto. Su compañera de filas, la diputada autonómica Noemí Cruz, invitaba ayer en una nota, no sin sorna, al portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, el diputado del PP almeriense Rafael Hernando, a que «se baje del avión y disfrute de un viaje en tren hacia Almería para que así compruebe de primera mano lo que está ocurriendo con las líneas ferroviarias en la provincia».

Desde IU, la coordinadora provincial Rosalía Martín redundó en que hechos como los ocurridos el viernes -un retraso de cuatro horas tras dos averías de maquinaria ferroviaria y sendos transbordos entre convoyes- son «el ejemplo más claro de lo que son las comunicaciones ferroviarias de Almería». «Esto tiene que servir a los almeriense para unirnos y que la provincia de Almería tenga de una vez unas infraestructuras dignas».

El alcalde de Almería y senador popular Luis Rogelio Rodríguez-Comendador culpó de los hechos puntuales del viernes a Renfe si bien reconoció que «el problema que tenemos con las comunicaciones ferroviarias es el que es», en referencia a «un tren que tarda siete horas» en llegar a Madrid. Comendador prometió «esfuerzos» en la próxima legislatura en lo que será un «impulso» al AVE tras culminarse la A-7 con Málaga.

A día de hoy, además de los retrasos habituales en los trenes de Madrid y la excesiva duración del viaje (seis horas y media), los pasajeros almerienses de Renfe deben hacer frente a dos transbordos para viajar a Sevilla debido a las obras del AVE granadino y a uno para ir a Valencia o Barcelona por la supresión del tren directo.