ELCOMERCIO.ES

3 marzo 2015

El AVE asturiano pierde el tren de Europa

  • Rajoy insinuó en el debate del estado de la nación que el corredor Gijón-Palencia no entrará en el nuevo plan de la UE

  • Cascos llevó la polémica a la Junta y arremetió contra el Gobierno regional, al que echa en cara falta de iniciativa frente a regiones como Cataluña, con propuestas por 6.809 millones

    DIANA DE MIGUEL |  GIJÓN.

     

    Javier Fernández. :: mario rojas

    Javier Fernández. :: mario rojas

    El debate que el pasado viernes mantuvieron Javier Fernández y Francisco Álvarez-Cascos en la Junta General a cuenta del AVE en Asturias, extensión del que solo dos días antes protagonizaron en el Congreso Mariano Rajoy y el diputado forista Enrique Álvarez Sostres ha servido para poner de manifiesto las dudas que el Gobierno de Mariano Rajoy alberga sobre el desarrollo de un proyecto que la Comisión Europea consideró, ya a finales de 2013, estratégico y susceptible, por tanto, de recibir fondos comunitarios. Hay que recordar que en noviembre de ese año la Comisión incluyó la modernización ferroviaria del tramo Palencia-Gijón como uno de los apendices necesarios para el corredor Atlántico Lisboa-Valladolid-París.

    A favor de aquella decisión pesó el interés del Ejecutivo comunitario por rentabilizar las ayudas invertidas en la ampliación de El Musel. Bruselas ve prioritario que las mercancías que se muevan en el puerto gijonés tengan fácil acceso a la red ferroviaria de ancho internacional, la exigida por el AVE y la presente en el resto de Europa. Pero la valoración del Gobierno central sobre dicho proyecto nunca fue en el mismo sentido. «No es partidario de medidas como que el corredor Palencia-Gijón sea entero de ancho europeo», remarcó el viernes el jefe del Ejecutivo asturiano en la Junta a preguntas de Álvarez-Cascos.

    De hecho, tras tenerlo durante varios años en el cajón, la actual titular de Fomento, Ana Pastor, anunció en 2014 su reactivación, comprometiéndose a someter a información pública los trabajos a lo largo del primer semestre de este año. La consecuencia directa del retraso de Fomento en elaborar dicho proyecto ferroviario, que en el caso de Asturias afecta en concreto a los tramos León-La Robla y Lena-Gijón, todavía en fase de estudio, no ha sido menor. Primero lastró sus opciones para captar el primer tren de fondos comunitarios. Bruselas estaba dispuesta a pagar el 40% de los trabajos necesarios para que el AVE recorriera el segmento Palencia-Gijón, incluyendo una mejora de la conexión ferroviaria a El Musel.

    El único requisito era lanzar las obras antes de que los fondos se agotaran y concluirlas antes del año 2030. Y ahora, salvo sorpresa mayúscula, el AVE a Gijón se quedará fuera del segundo paquete de ayudas en el marco del denominado 'Plan Juncker' que pretende movilizar 315.000 millones en los próximos tres años. El nuevo plan suma a los fondos del presupuesto público el dinero que prestará el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el capital privado al que se confía en atraer y el que apotarán los diferentes Gobiernos una vez se les garantice que el gasto en infraestructuras no penaliza en el déficit público.

    Llegados a este punto, eran los diferentes estados miembros los que debían identificar antes del pasado jueves sus proyectos prioritarios en materia de conexiones de transporte. Pero España ha optado por prescindir del segmento ferroviario Palencia-Gijón, ciñendo sus prioridades principales para el corredor Atlántico a un eje con dos inicios en el sur (Algeciras y Portugal) que atraviesa la meseta y conecta con Francia a través del País Vasco. Una decisión que en buena medida responde al retraso acumulado por el proyecto Gijón-Palencia, que hace inviable disponer del preceptivo documento constructivo del tramo del AVE antes de 2017.

    El viernes Javier Fernández trató de salir al paso de los reproches de Cascos por este nuevo varapalo del Gobierno a los intereses de Asturias asegurando que «el plan Juncker pasa por el Gobierno de España». Pero para el presidente de Foro la responsabilidad es compartida ya que, en su opinión, el presidente del Principado debía haber defendido ante el Gobierno central «el derecho de los asturianos a tener incluido el corredor ferroviario de ancho internacional Palencia-Gijón entre los proyectos españoles susceptibles de cofinanciación europea». Recuerda que Gobiernos como el catalán ya remitieron hace días proyectos para ejecutar con cargo al denominado 'Plan Juncker', por importe de 6.809 millones, entre los que figuran 1.585 millones para el eje ferroviario del Mediterráneo.

    Iniciativa regional

    Y lo cierto es que Juerguen Foecking, consejero económico de la representación de la Comisión Europea (CE) en España, aseguró en Oviedo a finales de enero que las regiones y las empresas podrán presentar directamente proyectos para optar a los fondos del plan. El único requisito era que se tratara de proyectos viables y que generaran retornos. Rajoy no da la batalla del AVE asturiano por pérdida. De hecho, el pasado miércoles en el Congreso, respondió a pregundas de Sostres que «el eje Palencia- Gijón sigue abierto y yo estoy dispuesto a escuchar y atender a todas las personas que quieran decir algo sobre este asunto, pero no es tan fácil como parece, ni se trata de un reparto de dinero público». Recordó Rajoy que las actuaciones recogidas en este plan requerirán «imprescindiblemente» de inversión privada. Unas palabras que restan trascendencia al plan y que no encajan muy bien con el discurso que viene defendiendo Jean-Claude Juncker, que lo ha presentado como el mayor de la historia de la UE y que nace con la aspiración de crear dos millones y medio de empleos.

    El diputado de Foro aprovechó la última sesión del debate sobre el estado de la nación para defender una propuesta de resolución instando al Gobierno a la inclusión «urgente y prioritaria» del corredor ferroviario de ancho internacional Palencia-Gijón entre los proyectos susceptibles de cofinanciación europea con cargo a los fondos conocidos como TEN-T y 'Juncker'. Una vieja demanda compartida por las seis comunidades del noroeste español: Castilla-León, Asturias, Cantabria, Navarra y País Vasco, que en octubre de 2011 suscribieron un protocolo para instar al Gobierno español a apoyar este corredor para terminar la alta velocidad del Norte y Noroeste.

Pin It