Investigan si el joven que se arrojó al tren en Caudete mató a un amigo en Villena

M.G., de 28 años, y J.N., de 26, habían quedado para organizar la fiesta de Nochevieja con su pandilla

PÉREZ GIL | ELDA Dos jóvenes de Villena fallecieron en la tarde del lunes en un extraño suceso que ha conmocionado a la localidad en plenas Navidades y que la Policía Judicial de la Guardia Civil está investigando, ya que todo apunta a que uno de ellos pudo arrojarse al tren en Caudete (Albacete) horas después de haber matado al otro a hachazos.

Los hechos trascendieron a las cinco de la madrugada de ayer tras aparecer muerto en una lujosa casa de campo de la pedanía villenense de Las Virtudes uno de los jóvenes, J.N., de 28 años. Lo encontraron los dueños de la vivienda, que se desplazaron desde su domicilio en Villena hasta la casa al temer que hubiera ocurrido algo grave. En el suelo yacía J.N., hijo de un prestigioso cirujano de Villena, con varios hachazos en la cabeza. A escasa distancia del cadáver estaba el arma empleada en el crimen.

J.N. había acudido sobre las 17.00 horas del lunes junto a un amigo M.G., de 26 años, al chalé del padre de éste último, que es un conocido farmacéutico de la localidad. Habían quedado previamente para realizar los preparativos de cara a la fiesta de Nochevieja que iban a celebrar junto a un grupo de amigos y amigas.

Cuando fue hallado el cuerpo de J. N., hacía horas que se conocía la muerte del otro joven: M.G. fue arrollado a las 19.36 horas –unas dos horas después del crimen– por un tren Talgo cerca de la estación de la vecina localidad de Caudete. Según informó Renfe, la víctima invadió la vía del tren y su cadáver fue levantado por la autoridad judicial sobre las 22.00 horas. En su poder, la Guardia Civil halló una nota manuscrita a modo de despedida. Ese arrollamiento, tal como informó ayer Levante-EMV, provocó el corte de la vía y mantuvo parados cinco trenes que cubrían la ruta entre la Comunitat Valenciana y Madrid: uno en el lugar del atropello, otro en la estación de Caudete, dos en Villena y otro en Moixent.

En principio, parece descartarse la implicación de terceras personas en el suceso. Familiares de J.N. dijeron ayer a este diario que ambos jóvenes eran «muy buenos amigos desde la infancia» y no tenían «ningún tipo de problemas». En cualquier caso, las autopsias servirán para confirmar la hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil del homicidio seguido del suicidio.