21.05.2014 -

 

 

Renfe Operadora logró el año pasado incrementar el movimiento de mercancías con la meseta un 7,4% y está en niveles históricos. Los trenes con Madrid además despacharon un 24,8% más de billetes y su ocupación empata algunos meses con la de los aviones, algo que nunca antes había sucedido. La única actividad que no logra remontar el vuelo es la de Cercanías; el año pasado los servicios de proximidad movilizaban 20.066 viajeros diarios, un millar menos que en 2012. Los Cercanías no iban tan vacíos desde 1997.

¿Hay margen para revertir la dinámica? En las secciones ferroviarias de CC OO y UGT así lo creen y coinciden además en parte de sus propuestas. «Renfe tiene que dejar de esperar a que los usuarios se adapten a sus rígidos horarios y empezar a adaptarse él a la gente», repiten. El aserto cuestiona el sentido de la cartelera actual, que procura llevar los trenes a las horas en punto a las principales estaciones «cuando hay quien tiene que enlazar con un autobús y entonces llega tarde».

Adaptar los horarios una vez se ha cerrado la malla ferroviaria «es hoy más difícil que nunca porque carecemos de gerencia propia», lamenta Juan José de la Blanca, secretario del Sector Ferroviario en UGT. Cualquier nueva necesidad «tiene que pasar por un montón de filtros y al final depende de gente que no está aquí y puede no entenderlos», confirma el secretario de la sección de Adif-Renfe en CC OO, Juan Carlos Lora. Asturias dispuso de gerencia propia hasta hace tres años y, a decir de los representantes laborales, con ella las decisiones eran más ágiles.

La carencia de una gerencia quizás explique por qué cinco meses después de integrar los servicios de Feve dentro de Renfe Operadora «todavía no se haya hecho nada para coordinar mejor los trenes». La falta de sinergias alcanza a los billetes, pues cada división mantiene sus mostradores, máquinas expendedoras y títulos independientes.

Los lectores de ELCOMERCIO.es acostumbran a comentar las informaciones sobre Renfe planteando la necesidad de poner más servicios semidirectos entre las tres principales ciudades del Principado. Se trata de una medida que, aunque interesante, las centrales ven improbable dado el ERE aplicado y «lo justos que estamos ahora en maquinistas».

Con todo, Lora y De la Blanca animan al Principado a que haga uso de sus competencias e intervenga en el operador, «influyendo más en los horarios y trenes». Las expectativas en este sentido están puestas en la Ley de Transportes y Movilidad Sostenible autonómica, aún en tramitación. El borrador del proyecto contempla que la Consejería de Fomento podrá «coordinar» todos los servicios ferroviarios que circulen por la región sin necesidad de financiar a su propietario.