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27 marzo 2014

ALMERÍA

Adif tapia los túneles del AVE

Con un tercio de la obra ya ejecutada, Fomento sigue replanteándose qué hará con la línea que deberá de unir, en vía doble, Almería con Murcia 

27.03.14 - 00:48 - 

 

Adif tapia los túneles del AVE

Boca sur de los túneles de Sierra Cabrera, en el barranco de Gafarillos (Sorbas). :: M. CÁRCELES

 

Hasta hace pocos meses, La Herrería, una pedanía de Sorbas con apenas 42 habitantes, se convirtió en la capital almeriense de la Alta Velocidad. Allí ubicó la 'sede' central la unión de empresas que se hizo con el contrato del tramo orográficamente más complejo, el más difícil y costoso de construir. Bajo las entrañas de la sierra de Cabrera, a apenas unos pasos de la pedanía, dos gigantescos tubos se adentraban bajo las cumbres levantinas para volver a salir a la luz después de siete kilómetros y medio de trayectoria casi rectilínea bajo la tierra. Cada uno de los tubos es para una de las dos vías, una por sentido, con ancho internacional, que componen el proyecto de la Línea de Alta Velocidad entre Almería y Murcia.

El 9 de julio de 2010, con La Herrería convertida ya en un auténtico hervidero, el entonces ministro de Fomento, José Blanco, accionaba la tuneladora Alcazaba. Una auténtica máquina de devorar tierra que debía de ahuecar la montaña y recubrir cada uno de los tubos con placas de hormigón. El mastodonte, de 1.500 toneladas, diez metros de diámetro y más de 200 metros de longitud, hace tiempo que emigró. Se acabó su tarea.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ya ha dado oficialmente por concluidos los cuatro tramos adjudicados en sus obras de plataforma. Es más, han sido recepcionados por la Inspección del Ministerio de Fomento y, por lo tanto, su mantenimiento depende ya estrictamente del Gobierno, propietario de la infraestructura. Son, cabe recordar, cuatro tramos entre Vera y Los Arejos (Sorbas). Suponen un total de 27,8 kilómetros de longitud de los 184,4 que componen la línea (108,4 en la provincia de Almería).

Los últimos de los trabajos se están efectuando, desde hace algunos días, en la zona de La Herrería. Por un lado, se ha desmontado el 'campamento base' desde el que se centralizaron las operaciones de construcción de la plataforma, de los puentes y de los túneles del tramo más complejo, el de Sorbas-Barranco de Gafarillos. Pero, además, se ha ejecutado una operación que visibiliza la falta de continuidad en las obras constructivas. Se han tapiado las bocas de los túneles ejecutados en estos tramos.

«Suele hacerse por seguridad, para evitar que personas ajenas puedan entrar en esas instalaciones», afirmó ayer un portavoz de la empresa pública Adif, encargada por Fomento de la construcción y gestión de la infraestructura por la que circulan los trenes estatales. El tapiado de los túneles hace ya prácticamente imposible lo que de por sí es más que difícil, puesto que toda la infraestructura del AVE se encuentra completamente delimitada por vallas metálicas con alambre de espino.

Mientras que los cuatro tramos ejecutados, en los que el Estado ha invertido cerca de 500 millones de euros -sin contar los estudios y proyectos- ya están culminados, el Gobierno mantiene que tiene previsto «optimizar los proyectos en curso y definir la estrategia de desarrollo de la línea», según trasladó públicamente ante una pregunta parlamentaria. El secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, fue más gráfico el jueves de la semana pasada, durante su visita a Almería. Habló directamente y sin tapujos de «revisión» de los proyectos del AVE, ya terminados, para abaratar su ejecución. Eso sí, no ahondó más y no explicó hacia dónde camina esa revisión. El partido en el Gobierno deslizó, hace meses, que se estaba planteando la construcción de la línea, prevista para doble vía, en vía única. Eso supondría dejar sin uso parte de la infraestructura ya construida. Curiosamente, la más costosa. Sin embargo, oficialmente no hay ni confirmación ni desmentido.

El diseño de la Línea de Alta Velocidad entre Almería y Murcia contempla, asimismo, aprovechar el corredor ferroviario de la actual línea Murcia-Águilas, hasta las cercanías de Pulpí, minimizando así el impacto sobre el territorio, los costes de expropiación y los de construcción de las vías. Algunos de los tramos murcianos de plataforma se encuentran ya, incluso, en servicio.

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