La subdelegación de gobierno ha multado con 200 euros al vecino de Cunit, Miguel Díaz, de 75 años, por habilitar un huerto junto a las vías del tren. En el escrito, la subdelegación avisa que la sanción podría haber sido de hasta 6.000 euros.

La multa es por la denuncia que hizo el gestor de infraestructuras ferroviarias (Adif) porque el pasado 19 de noviembre el vecino estaba «transitando sin estar autorizado por zona de seguridad, dentro del vallado, fuera de la vía».

Díaz se ha mostrado indignado con la multa, que asegura que no pagará. Este miércoles ha arrancado lo que quedaba de su huerto ferroviario. «Nunca he pedido nada al Estado y he pagado todos mis impuestos. Si quieren que me metan en la cárcel por plantar rábanos junto a las vías. Al menos en la cárcel estaré tranquilo».

Apoyo vecinal

El conocimiento de la multa al hombre por habilitar un huerto y jardín junto a las vías, ha levantado una reacción de los vecinos que ha inundado las redes sociales en apoyo a Miguel Díaz y se llama a una movilización de solidaridad.

Díaz explicaba mientras arrancaba las últimas plantas que comenzó a habilitar la zona con un pequeño jardín y huerto hace dos años «para que estuviese limpia». Él vive frente a las vías del tren y explica que «daba asco la cantidad de porquería que había y nadie la limpiaba. Así ha estado cuidada».

De hecho los vecinos de la zona se habían quejado históricamente de la suciedad acumulada bajo el puente que cruza las vías en la frontera entre Calafell y Cunit y la vía. Allí es donde Miguel Díaz habilitó su huerto.

Un Belén en Navidad

Incluso debajo de la pasarela puso un Belén en Navidad y ahora con piedrecillas puede leerse Cunit y Segur. Paz y Amor. «75 euros he invertido para comprar plantas o las figuras del Belén y algunas hortalizas. Otras me las daban los vecinos».

Miguel Díaz dice que ahora verá el lateral de la vía desde su balcón. «En poco tiempo estará lleno de basura como ha estado siempre sin que nadie se preocupe». También explica que muchas de las verduras que recogía las regalaba a sus vecinos.

La multa, además de la reacción vecinal, también ha motivado posicionamientos políticos como el del coordinador de Iniciativa per Catalunya Els Verds en Calafell, Jordi Álvarez, que en su Facebook publicaba que «poner cuatro plantas al lado de un monumento histórico y tan bien conservado como el puente de hierro, perjudica seriamente a nuestro turismo. Los que nunca han criticado el urbanismo salvaje ven en unas lechugas un problema paisajístico de primer orden».

La situación aparenta que generará un movimiento social ya que en las redes también se pide al Ayuntamiento que defienda a su vecino.

Justo debajo del puente sobre las vías,  Miguel Díaz ha hecho un mural con piedrecillas y conchas en el que se puede leer Cunit y Segur, paz y amor.

Antes ese mismo rincón estaba lleno  de suciedad y basura, tal y como demuestra la imagen. Ahora los vecinos temen que vuelvan la dejadez y la acumulación de basuras.