Un pasajero de un tren de FEVE resultó herido leve el pasado domingo, 30 de diciembre, al desprenderse un cable de la catenaria e impactar con una ventanilla alcanzándole algunos cristales. Afortunadamente, este incidente quedó en «heridas superficiales», «un buen susto» y «unas gafas rotas» que el hombre ya ha reclamado a la compañía, a la que agradece «el trato exquisito» pero advierte: «podría haber sido peor».

Según cuenta el propio pasajero, -y corroboran fuentes de la compañía- el suceso se produjo en torno a las ocho menos veinte de la tarde del domingo entre las estaciones de Nueva Montaña y Valdecilla cuando, al paso del convoy, se desprendió un cable de la catenaria que golpeó contra una de las ventanillas de uno de los vagones del tren, en el que en ese momento viajaban unas 40 personas.

«Sentí un fogonazo», recuerda José Antonio Rodríguez, al que se le vinieron encima los cristales de la ventanilla causándole lesiones «muy superficiales» así como la rotura de los cristales de sus gafas y «un buen susto». Como el que también se llevó su compañera de asiento, a la que el incidente provocó un ataque de ansiedad por el que tuvo que ser asistida.

«La verdad es que todo el personal de la compañía ha estado a la altura del momento», dice el pasajero admitiendo de FEVE un trato exquisito. «Conmigo se desvivieron. Me llevaron al Hospital Valdecilla a pesar de que las heridas que tenía no eran nada importantes y no me pusieron ningún problema a la hora de presentar la reclamación» en la que dejó constancia de la rotura de los cristales de sus gafas.

También observó «atenciones» con la chica que iba sentada en su mismo asiento. «Le dio un ataque de ansiedad e insistieron en trasladarla a Valdecilla», recuerda el pasajero, al que, con todo lo anterior, le queda una amarga sensación. «Estoy preocupado por la seguridad, porque personal de la compañía me ha dicho que no es la primera vez que pasa. Y, claro...».

Según informaron ayer fuentes de la compañía -que da por buena la versión ofrecida por el pasajero- el incidente no repercutió en el tráfico ferroviario puesto que el cable de la catenaria se desprendió en un tramo de vía doble, por lo que los trenes pudieron seguir circulando sin que fuera necesario transbordar a los pasajeros.