TRENEANDO

El Ayuntamiento de Alicante y Avant proyectan recuperar la fachada de la estación neoclásica

30 diciembre 2011



Aún ha esperanzas. Hay voces que se escuchan. El Ayuntamiento de Alicante y la sociedad que gestiona el soterramiento de las vías del tren (Avant) proyectan recuperar la fachada neoclásica de la estación ferroviaria de la ciudad, que data de 1858, con motivo de las obras para la llegada del tren de alta velocidad (AVE) en 2012. Hace poco más de un mes el Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante (CTAA) había pedido la preservación del conjunto de instalaciones históricas de la estación de ferrocarril de la ciudad, y que ninguno de sus elementos desapareciera con las obras del AVE. La entidad profesional señala que el complejo ferroviario de Alicante-Término constituye “uno de los mejores acontecimientos arquitectónicos en la evolución histórica” de la ciudad, al ser “símbolo de la llegada a Alicante de la primera línea de ferrocarril que unía el Mediterráneo con la capital de España”.

Preservar parte de la historia, sin renunciar a la evolución y el progreso. Ese era el objetivo de la asociación de arquitectos que hacían hincapié en la antigüedad de estos edificios que cobijan las infraestructuras ferroviarias. La vetusta marquesina de la estación alicantina es la más antigua de este tipo que sobrevive en España, aunque lamentablemente la fachada ha desaparecido, objeto de una desafortunada reforma en 1968 que arruinó la estética de este monumento único en nuetro país y que sustituyó el estilo clásico del siglo XIX por el ‘modernismo’ del cristal y el aluminio.

La concejal de Urbanismo, Marta García-Romeu, ha señalado que “se está estudiando ahora mismo” este asunto con el objetivo de “preservar el patrimonio” de la ciudad. En todo caso, ha incidido en que ve “perfectamente compatible” esta recuperación de la fachada con la llegada del AVE en las fechas previstas, inicialmente para diciembre de 2012, por lo que esta iniciativa “nunca” supondría “un retraso”. Para García-Romeu, el AVE “es algo que tendría que haber estado en Alicante desde hace muchos años”, por lo que “ningún aspecto puede llevar” a una nueva dilación del tiempo.

Desde otras instancias municipales se apunta que este proyecto entre el ayuntamiento y Avant se halla actualmente en fase de ser consensuado para, posteriormente, ser planteado al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). En todo caso, han coincidido con García-Romeu en que no se ha contemplado que la recuperación de la fachada pueda suponer un retraso en la llegada del AVE.

A excepción de una columnata, la antigua estación de 1858 se conserva prácticamente intacta debajo del actual placado de granito que conforma la fachada renovada en 1968. Por ello, la actuación requeriría el desmontaje de esas placas, la reconstrucción de la columnata desaparecida y la recuperación de la fachada neoclásica. Alicante pasaría a contar con la estación más antigua de España en funcionamiento, y se conservaría este patrimonio arquitectónico de la que en su día se convirtió en la sexta ciudad del país en tener ferrocarril.

Los arquitectos recuerdan que las estaciones de ferrocarril históricas son las “primeras manifestaciones de la revolución industrial y símbolo en la memoria colectiva de los transcendentales avances técnicos en construcción y medios de locomoción del siglo XIX”. Estas terminales, añaden, aunque “obsoletas en muchas ocasiones”, por su habitual ubicación central en los núcleos urbanos “pueden permitir su fácil reconversión en grandes espacios públicos”.

Estos inmuebles “pueden recuperar su protagonismo y relevancia urbana de antaño para la vida colectiva, reconvirtiéndose en nuevas ágoras y plazas públicas del siglo XXI”, citando el caso del jardín cubierto de la estación madrileña de Atocha. No obstante, en el caso de Alicante, los profesionales dejan claro que la estación mantiene su funcionalidad original como terminal ferroviaria, al insistir en que constituye “la primera y última imagen que llevan consigo los visitantes de nuestra tierra, y al tiempo pudiéndose convertir en un entorno urbano de gran calidad para el uso y disfrute ciudadano”.

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