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Chamartín se prepara para su nueva imagen

 

 

 
 
 
 
 
 
 
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El Ministerio de Fomento convocará este año un concurso de ideas para remodelar la estación de Chamartín y convertirla en un gran nodo de comunicaciones que acompañe al centro de actividad económica y residencial proyectado en el plan Madrid Nuevo Norte, que sustituye a la antigua Operación Chamartín. Este el proyecto urbanístico es el más ambicioso de la capital, que afecta a una superficie total de más de 2,3 millones de metros cuadrados pendientes de urbanizar desde hace 25 años. Según informa el Ministerio, el contrato incluye también la reforma del vestíbulo de cercanías bajo la cabecera norte, actualmente clausurado, y su conexión con el Metro.

Esta actuación, que se incluye en las inversiones previstas para la mejora de la red de Cercanías de Madrid, permitirá aumentar la capacidad y mejorar la fiabilidad de la infraestructura con la nueva disposición de vías y aparatos, así como incrementar la velocidad de circulación de los trenes, gracias a la reconfiguración de la gestión y explotación de los servicios de cercanías. Supondrá un mejor servicio para más de 700 circulaciones en día laborable y unos 120.000 viajeros diarios, según Fomento.

El pasado mes de marzo Adif ya licitó, por un importe global de 7,14 millones de euros los contratos para la fabricación, suministro y transporte de traviesas, balasto y carril destinados a esta obra, con el fin de tener parte de los materiales disponibles antes del inicio de los trabajos y optimizar los plazos. En mayo, licitó por importe de 9,96 millones el contrato para el suministro y transporte de los desvíos ferroviarios necesarios para estas obras.

Fomento explicó que desde la inauguración de la estación de Madrid Chamartín, la tipología de los tráficos ha cambiado notablemente y ahora el servicio de Cercanías es el dominante frente a los de media y larga distancia. Sin embargo, la playa de vías de la cabecera norte sigue manteniendo su configuración original pero esta genera problemas de falta de capacidad de la infraestructura por las interferencias que se producen en los encaminamientos de los trenes, lo que genera importantes retrasos, y genera circulaciones a muy baja velocidad (30 kilómetros por hora) en secciones muy largas de los itinerarios principales, lo que dilata los trayectos y genera una percepción negativa del servicio.

Además, con esta configuración de vías no podría atenderse adecuadamente el previsible crecimiento de la demanda, ya que no permite ofertar servicios en algunas relaciones y sería complicado aumentar las frecuencias en los servicios existentes. Con el objetivo de solucionar estos problemas se ha licitado este contrato, que tiene una duración prevista de 50 meses e incluye todos los trabajos de construcción y obra civil necesarios para remodelar la cabecera norte, minimizando las interferencias entre las distintas líneas al establecer cruces a distinto nivel entre los encaminamientos principales. Además, se reducirán al mínimo los pasos por vía desviada, donde la velocidad de los trenes es menor, y se reducirán los tiempos de viaje.

El antiguo vestíbulo de la estación de Chamartín, situado bajo su playa de vías, que ocupa una superficie de 94 metros de largo por 18 de ancho, y fue clausurado hace más de 30 años, volverá a abrirse al público gracias a las obras que Fomento acaba de licitar y que llevará adelante el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif. Esos túneles se pensaron primero para el servicio de la propia estación pero terminaron siendo parte del paso subterráneo para vehículos entre el este y el oeste, el famoso túnel de Pío XII, que en 2007 se amplió con un nuevo túnel sur que pasa junto a la zona que ahora se quiere recuperar.

Adif explica que el vestíbulo que ahora se va a rescatar se construyó paralelamente a la estación actual, y entró en servicio en junio de 1977. Tenía accesos directos tanto a los andenes como al exterior de la estación, y disponía de servicio de venta de billetes y puesto de información al viajero, un bar y un estanco. Estuvo funcionando hasta mediados de los 80, pero desde entonces quedó clausurado y sin uso.

Las distintas actuaciones posibilitarán la adecuación entre la oferta de servicios y la demanda, el aumento de la velocidad de circulación, un futuro crecimiento de tráficos o una adaptación de la estación al aumento de viajeros, entre otros beneficios.

 

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