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6 mayo 2018

Asturias

Fomento invirtió en la variante 90 de los 139 millones presupuestados en 2017

Boca asturiana de uno de los macrotúneles de la variante, pendiente aún del montaje de vías. / DAMIÁN ARIENZA
Boca asturiana de uno de los macrotúneles de la variante, pendiente aún del montaje de vías. / DAMIÁN ARIENZA

Quince empresas optan a la obra para que el AVE circule de León a La Robla a una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora, la misma que ahora

R. MUÑIZ OVIEDO. Jueves, 3 mayo 2018, 03:23
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Es una constante. Desde que en 2004 comenzaran las obras de la variante de Pajares, nunca el Ministerio de Fomento logró terminar un ejercicio invirtiendo lo que tenía previsto. Los Presupuestos Generales del Estado suelen empezar a bocetarse en otoño, con la idea de lo que se va a gastar el año siguiente, pero por el camino siempre ocurren imprevistos, recortes o aportaciones extraordinarias de fondos. En la variante y en el resto de la obra pública.

En 2017 volvió a ocurrir. Hacienda presentó un borrador que reservaba 128,8 millones a la infraestructura más costosa nunca ejecutada en la región, y las enmiendas de Foro elevaron la suma hasta los 139,34. La cifra era más hija del deseo por terminar el trabajo que de la realidad de las obras. En la variante poco se podía avanzar hasta que terminasen los trabajos para estabilizar la ladera de Campomanes, se resolviera el contrato de vía con Dragados y acabara la redacción de los proyectos para el montaje de ambas vías en ancho internacional. El resultado es discreto. Fomento ejecutó 89,65 millones, según precisa en una respuesta a la senadora de Foro, Rosa María Domínguez. Eso supone el 64,3% de lo que tenía consignado, y que hubo otros 49,69 millones reservados aquí que se los ahorró la administración.

Cuando la ejecución presupuestaria es baja en una obra existe el riesgo de que la administración haya desviado los fondos a otra actuación, algo poco probable a la luz del informe de gestión de Adif Alta Velocidad, la sociedad que coordina los trabajos. Según ese documento, el pasado año solo pudo invertir 1.346 millones en todas las obras de alta velocidad que gestiona, lo que supone un 57,7% de lo que habían anunciado los presupuestos. Desde esta óptica, la ejecución en la obra asturleonesa fue siete puntos porcentuales mejor que los trabajos que se avanzan para el AVE a Galicia, País Vasco o el corredor mediterráneo.

Cabe recordar que para avanzar, Adif depende del dinero que le suministra Hacienda, el que logra de los inversores privados y el canon que cobra a Renfe y los operadores privados por el uso de su infraestructura. Son vías insuficientes; tanto que para completarlas y estar a la altura de las inauguraciones prometidas la sociedad ha asumido deudas con entidades de crédito, obligaciones y otros valores negociables hasta un total de 15.217 millones. Es un pasivo que rivaliza en magnitud con los activos tóxicos que para sanear el sector financiero tuvo que absorber el 'banco malo', esto es, el Fondo para la Reestructuración Ordenada Bancaria.

 

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El pasado queda como el segundo año con menos inversión en la variante de Pajares, solo por detrás de 2013. Preguntados por los motivos, en Adif explican que 2017 fue un curso centrado en resolver los deslizamientos de la ladera y ultimar todos los proyectos que permitirán culminar la línea de alta velocidad entre León y Pola de Lena. El cronograma es el que viene anunciando el ministro Íñigo de la Serna, que permitiría culminar las obras en el verano de 2020.

Cumpliendo ese calendario, Adif licitó en los tres primeros meses del año seis contratos, a un precio inicial de 101,3 millones. El concurso más avanzado es el que renovará el tramo León-La Robla, eliminando los pasos a nivel y dotándolo de vías de 'triple hilo'. Una vez cerrado el plazo, resulta que 26 constructores se han organizado para formalizar quince candidaturas en esta licitación, que fue convocada por 17,6 millones. El proyecto que se les entregará especifica que deben adaptar el tramo al AVE, permitiendo que el tren desarrolle una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora, que es la misma a la que ya avanza ahora el Alvia en el mismo segmento. «La velocidad a la que podrá circular el tren está siempre condicionada por los aparatos de vía y la proximidad a las estaciones», argumentan desde Adif. Es decir, la proximidad a la estación de León, unido a los desvíos de las factorías próximas, limitarían el potencial de este lote de 20,2 kilómetros.

También lo hace el 'triple hilo', tipo de vía con tres carriles dispuestos para el paso de trenes tanto en ancho internacional como en ibérico. Esta solución amplía la versatilidad de los tráficos al precio de restringir por ahora las velocidades. ¿Por qué a pesar de ello se instala en el tramo? Para hacer posible que por él pasen las mercancías en ancho ibérico y el tradicional AVE de ancho internacional. Este último tren es el que hasta ahora ha monopolizado las aspiraciones de toda las regiones, algo que el fabricante Talgo quiere variar. Su futura gama de trenes Avril se está preparando para alcanzar sobre vías de ancho ibérico velocidades hasta ahora solo vistas en el AVE.

 

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