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25 marzo 2018

La colaboración interinstitucional ha permitido el éxito del proyecto


El TAV llegará a Bilbao soterrado en 2023, a una estación que costará 475 millones de euros

J. Blasco
 

El ministro de Fomento, la consejera vasca de Desarrollo Económico e Infraestructuras y el alcalde de Bilbao presentaron recientemente el diseño definitivo de la nueva infraestructura que permitirá al TAV entrar soterrado a la capital vizcaína, y destacaron la colaboración interinstitucional, que ha sido fundamental en todo el proceso.

 

De la Serna, Aburto y Tapia, en la presentación del proyecto.

Un año después del histórico acuerdo sobre el soterramiento y la definición de las características básicas y necesidades de la llegada de la alta velocidad a Bilbao, el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, la consejera vasca de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, y el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, anunciaron que el tren de alta velocidad (TAV) llegará finalmente a la capital vizcaína en 2023, y lo hará de manera soterrada, a través de un túnel de 6,2 kilómetros que conectará la Y vasca con la estación de Abando, en el centro de Bilbao.
La nueva estación tendrá tres niveles. Una nueva entreplanta,  que se situará justo delante de la espectacular vidriera construida hace 70 años por el taller Unión de Artistas Vidrieros de Irún, donde estará el vestíbulo de acceso de la estación correspondiente a largo recorrido/alta velocidad.

La nueva estación acogerá trenes de largo

recorrido y de cercanías, dársenas para

Bizkaibus y conexión con el Metro

Los otros dos niveles serán soterrados. El primero acogerá los servicios de cercanías, tanto de las líneas de Bilbao-Santurtzi y Bilbao-Muskiz, la línea de cercanías a Orduña y la línea actual de vía métrica de Balmaseda. Y en el segundo se situarán los andenes correspondientes a las vías de ancho internacional de alta velocidad.
También habrá 13 dársenas para Bizkaibus, un aparcamiento para vehículos con 550 plazas y una conexión con el Metro.
El proyecto global contempla  una inversión de 728 millones de euros (IVA incluido). Por un lado están las obras en la propia estación –el cajón soterrado y las vías (290 millones), y la arquitectura (185)–, que serán cofinanciadas por Adif, el Ayuntamiento bilbaíno, y el Gobierno vasco. Por otro, las obras en el túnel de acceso (253 millones), que correrán a cargo de Adif. Estos trabajos se realizarán en un plazo de 48 meses.
La nueva terminal posibilitará una perfecta integración y transformación urbana con los entornos del ensanche de la ciudad y la parte vieja de la misma.
 

 

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