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7 febrero 2018

Renfe, presidida por Juan Alfaro, mantiene un aumento del 5,5% por los billetes que se adquieren en las Estaciones a pesar de haber integrado en su plantilla a todo el personal que trabaja en las taquillas

Febrero 6, 2018

alfaro renfe
 
 

Hace dos años y medio, el 10 de agosto del 2015, sin previo aviso y en pleno periodo vacacional, Renfe, entonces presidida por Pablo Vázquez, aumentó el sobrecoste que aplicaba a la venta de billetes adquiridos en las taquillas de las Estaciones del 3,5 por ciento al 5,5 por ciento. Una subida del 2 por ciento en un año en el que la inflación, medida por el IPC, no sólo cerraba el ejercicio en el 0 por ciento, sino que, en el epígrafe Transportes, bajaba un 2,8 por ciento.

Renfe justificaba esta subida en el sobrecoste que suponía el “trato personalizado” al cliente y especialmente porque este servicio no lo prestaban trabajadores de la operadora ferroviaria, sino del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), al que tenían que abonar entre el 8 por ciento y el 9,5 por ciento del importe de los billetes que se vendían físicamente.

Todos los trabajadores en Renfe y el sobrecoste en el bolsillo de la empresa pública

Casi 30 meses después, no sólo ha cambiado la presidencia de Renfe. Juan Alfaro ejerce la máxima jefatura de la empresa pública desde diciembre de 2016, también lo han hecho los trabajadores de las taquillas de las Estaciones. Desde el pasado mes de junio del 2017, los empleados que pertenecían a ADIF y que, según Renfe, eran la razón principal de la sobretasa aplicada, pasaron a formar parte de esta empresa, por lo que actualmente, todo el Canal de Venta, online o en taquilla, pertenece íntegramente al Grupo Renfe. Ya no hay que pagar ningún canon a ADIF.

A pesar de esto, tal y como denuncia el sindicato Confederación General de Trabajadores (CGT), este cambio no se ha reflejado en el precio de los billetes de venta presencial de Largo Recorrido y Alta Velocidad en las Estaciones que continúan con un sobrecoste del 5,5 por ciento con respecto a los que se adquieren online.

Todo, sin olvidar que el transporte ferroviario es un servicio público esencial, que cuesta millones de euros a todos los españoles y que no todos los viajeros tienen el conocimiento o la posibilidad de poder adquirir sus billetes de forma no presencial.

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