En el primer trimestre del próximo año se reanudará el bypass de mercancías, que precisará de una inversión de 87 millones de euros para completar toda la variante hasta los nuevos talleres de Renfe, que podrían comenzar la mudanza en marzo para estar en funcionamiento después del verano de 2018.

Es una de las consecuencias del nuevo convenio entre el Ayuntamiento de Valladolid, la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Fomento a través del Administración de Infraestructuras Ferroviarias. 

El cambio fundamental es que el convenio de 2002 -firmado entre Javier León, Juan Vicente Herrera y Francisco Álvarez Cascos-  se basaba en la venta de suelo para financiar la operación del soterramiento. Quince años después se cambia la premisa y en lugar de una operación inmobiliaria se pasa a una operación que se financia con los presupuestos de las administraciones. Por eso el presidente del ADIF, Juan Bravo, garantiza este proyecto.

Firma del convenio en 2002 entre el ministro Alvarez Cascos, Juan Vicente Herrera y Javier León de la Riva / Agencia Ical

Toda la integración alcanzará los 1.034 millones de euros porque se incluye el pago de la deuda, fijada en  404 millones. El proyecto del soterramiento alcanzaría los 1.600 millones de euros. El dinero adeudado a las entidades bancarias será abonado el jueves por la Administración Central, aunque a medio y largo plazo podría ser recuperado si se venden los terrenos liberados. 

"Hoy es un día importante; hoy empezamos a hablar de certezas, hasta hoy eran entelequias o imposibles", declaró Óscar Puente, reconfortado con la alternativa.

El presidente de ADIF, Juan Bravo, también apostó por esta solución y advirtió que cualquier cambio en el futuro debe contar con el acuerdo unánime de las tres administraciones.