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2 febrero 2016
EL BALANCE DE LA LÍNEA CASETAS-MIRAFLORESLA OPINIÓN DE LOS VIAJEROS
La DGA insiste en bajar precios para aumentar los usuarios del Cercanías
El túnel de Goya está "al borde de la saturación" e impide mejorar frecuencias. Los pasajeros abogan por implantar descuentos y bonos más asequibles
D. L. G.
02/02/2016
El Cercanías de Zaragoza se enfrenta a un interesante debate sobre cómo sacar a flote una línea que, según los últimos datos que se conocen, genera un déficit anual de unos cinco millones de euros a Renfe mientras sigue cayendo el uso. Un 2%, que fueron 6.000 usuarios menos en el último año, que se suma al 18% de pérdida, y más de 60.000 de disminución, en el 2014. En total, un 20% de caída en lo que supone la confirmación de que el efecto que supuso la inauguración de la estación de Goya se ha esfumado. Un análisis para remontar en el que, desde el Gobierno de Aragón, ya hay posición tomada: hay que revisar la política tarifaria, ajustar precios y aproximarlos a los del autobús urbano y el tranvía, y a los de las líneas del Consorcio de Transportes de Zaragoza, en el caso de Utebo y Casetas.
"Teniendo en cuenta que la capacidad del túnel de Goya está cerca de la saturación, los horarios no son excesivamente mejorables. Así que lo que sí se puede mejorar es el marco tarifario", aseguró ayer a este diario el director general de Movilidad de la DGA, José Gascón. Este túnel ya soporta a diario más del 90% de las circulaciones que puede absorber, y eso impide poner nuevas frecuencias y mover horarios en la actual programación.
CASO OMISO
Así que la DGA quiere que "Renfe se siente a hablar" precisamente de eso, de todas las posibilidades que existen de abaratar precios para hacer este medio de transporte más competitivo. Porque, a su juicio, "los datos de las líneas de autobús del Consorcio, que han aumentado este año el número de viajeros transportados, demuestran que demanda sí hay".
El problema en este caso es el de siempre, que la operadora ferroviaria sigue sin dar respuesta a las peticiones. Ni se sienta a negociar, ni plantea soluciones, ni propone fórmulas para darle viabilidad a una alternativa que ayude a remontar las cifras. Y, en el caso de la DGA, las posibilidades de hacer algo son casi nulas. Por dos motivos: a diferencia de los trenes regionales, en el Cercanías no pone ni un euro para costear el déficit; y los únicos datos oficiales que se manejan son los que ofrece la propia Renfe.
En la situación actual, además, se ve agravado el problema porque, al incluir a los regionales en el servicio de Cercanías --también se utilizan en la línea para mover viajeros entre Casetas y Miraflores--, la única forma de segregar los usos de este que se dan en esos convoys y los que ya transporta la ruta regional la tiene que ofrecer la compañía.
La petición de la DGA va en consonancia con lo que solicitan los propios viajeros. A pie de andén, los usuarios proponen aplicar descuentos a colectivos concretos, como los estudiantes universitarios, o bonos a precios reducidos para favorecer esta línea como alternativa real al autobús, que en muchos casos sale hasta un 40% más económico. Otros aseguran que las frecuencias son insuficientes para los tramos horarios de más demanda, o que los fines de semana son muy pocos los trenes que prestan este servicio.
Mientras, agradecen que se congelara el billete este año, algo que no se había producido en las siete anualidades anteriores. Ahora es hasta un 50% más caro que en el 2008, año de su estreno en la capital aragonesa.







