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19 junio 2014

CC OO pide que se cumplan los plazos de las obras en la línea férrea Cabezón-Santander

  • El Gobierno de Cantabria ha afirmado que en ocho meses estarán terminados los trabajos previstos para atajar el riesgo de desprendimientos en el tramo de Cabezón a Puente San Miguel

    REDACCIÓN | SANTANDER

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    La Federación de Servicios a la Ciudadanía (FSC) de CCOO dirigirá un escrito a ADIF y al Ministerio de Fomento para que garanticen que se cumplan los plazos de las obras de la línea ferroviaria entre Cabezón de la Sal y Santander, para poder acabar así con los retrasos actuales.

    Según explica el sindicato en un comunicado, el Gobierno de Cantabria ha afirmado que en ocho meses estarán terminados los trabajos previstos para atajar el riesgo de desprendimientos en el tramo de Cabezón a Puente San Miguel.

    Mientras no concluyan esas labores, ADIF ha tomado medidas de seguridad que incluyen una reducción de la velocidad de los trenes en este tramo a 20 y 30 kilómetros hora, lo que está provocando "retrasos" en el servicio en algunos casos superior a la media hora.

    Según informa la agencia EFE, el sindicato va a pedir a ADIF y al Ministerio que garanticen que los trabajos estén listos en ese plazo de ocho meses anunciado por el Ejecutivo cántabro.

    El portavoz del sector ferroviario de CCOO, Manuel Celis, ha afirmado que la organización exigirá que se cumplan "escrupulosamente" los plazos porque "no se puede permitir por más tiempo los retrasos que se están produciendo" en el servicio por el "mal estado" de ese tramo.

    CCOO también solicitará a ADIF que desista de los planes para suprimir el personal que atiende varias estaciones de la región.

    A su juicio, la medida, además de destruir empleo, "empeorará" el servicio de los viajeros que utilizan los servicios de cercanías de Feve.

    Por otro lado, en la reunión mantenida con el director general de Transportes se ha abordado también la construcción de "una vía de escape" para el puerto desde Maliaño.

    En palabras de Celis, se trata de una solución "no demasiado costosa, que facilitaría la circulación, pondría en valor la terminal ferro-portuaria, permitiría eliminar una de las debilidades del acceso al puerto y potenciaría la instalación logística de Muriedas, una de las mayores, con un rango de 3.000 a 5.000 trenes tratados al año".

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