CRUZ MORCILLO / PABLO MUÑOZ / MADRID

Día 01/08/2013

-Fue la última pieza del convoy que se retiró de la vía el pasado domingo y ahora descansa en una nave de Padrón custodiada en tres turnos por la Policía

La cabina del Alvia siniestrado fue la última pieza del convoy que se retiró de la vía el pasado domingo. Ahora descansa en una nave de Padrón (La Coruña), custodiada en tres turnos por la Policía, junto a los demás restos del convoy. ABC pudo acceder al interior de la cabina, al lugar que ocupaba el maquinista Francisco José Garzón Amo, y comprobar "in situ" el estado en el que quedó tras el descarrilamiento cuando el tren circulaba a 153 km/h [consulta aquí las imágenes exclusivas del interior del Alvia].

Dos minutos antes del accidente, el móvil de Renfe del conductor recibió una llamada «de servicio»

El maquinista del Alvia en el que murieron 79 personas acudió ayer de nuevo a declarar ante el juez instructor de forma voluntaria. Lo hizo después de que trascendiera el contenido de las cajas negras del tren que depararon la sorpresa de una conversación telefónica, hasta entonces desconocida para los investigadores.

Menos de dos minutos antes del descarrilamiento, el móvil corporativo del conductor recibió una llamada "de servicio", que atendió. A continuación, el convoy descarriló. Garzón hablaba, según reveló él mismo ayer, con el interventor del tren, Antonio Martín Marugán, que viajaba en el vagón número 3, en el penúltimo vagón.

Declaración

En su declaración de ayer, el maquinista identificó a la persona que le telefoneó y detalló al juez que la conversación se centró en la vía donde parar al llegar a Pontedeume, unos kilómetros antes del final de trayecto. Garzón aseguró que no estaba hablando en el momento del descarrilamiento, sino que había colgado unos segundos antes, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSJG).

«Se oye una frase, hay unos segundos de vacío y a continuación el tren descarrila»

Sin embargo, no fue esta la percepción que tuvo la comisión judicial que escuchó la conversación telefónica volcada de las cajas negras. "Se oye una frase, que no es exactamente una despedida, hay unos segundos de vacío y a continuación el tren descarrila", señalaron fuentes jurídicas.

La conclusión: Garzón estaba hablando en el momento del siniestro, información que trasladó el propio TSJG. El matiz temporal es tan breve que deberá ser un informe de Policía Judicial el que aquilate si realmente el maquinista colgó, levantó la vista del móvil corporativo y ya no tuvo tiempo de nada o, por el contrario, el accidente le sorprendió todavía hablando. Tanto él, como el revisor (ver información) sostienen que la llamada terminó antes.

La incógnita

La incógnita es por qué Garzón no contó nada sobre esa llamada, pese a que le preguntaron insistentemente tanto el instructor como el fiscal el domingo durante su declaración. Y por qué tampoco lo hizo el revisor, Antonio Martín, que prestó declaración ante la Policía el día 26 y en ningún momento se refirió a esa comunicación pese a que se le pidió que describiera el momento del accidente y los agentes, según fuentes de la investigación, le preguntaron expresamente que si había hablado por teléfono con el conductor y en qué momento.

El juez Luis Aláez acordó ayer una serie de diligencias: a las compañías telefónicas les ha solicitado todo el tráfico de llamadas de los dos móviles del maquinista, el corporativo y el personal. Este último (volcado en el juzgado el domingo) será analizado por peritos informáticos por si se ha borrado manualmente información.

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