Fomento termina el centro de control sin fijar fecha para la llegada del AVE a León

Distribución. Las instalaciones reservan dos plantas para la futura puesta en marcha de los sistemas que supervisarán 1.600 kilómetros de la red ferroviaria

Alfonso Martínez / León

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) concluye estos días las obras para la construcción del Centro de Regulación y Control (CRC) del AVE de León y lo hace sin que la alta velocidad tenga fijada en el calendario una fecha para su llegada a la capital. Concretamente, la obra está ejecutada al 99% y sólo quedan pendientes algunos temas de urbanización exterior del edificio y la ampliación del aparcamiento.

A la espera de que la línea del AVE que unirá Valladolid, Palencia y León salga del letargo en el que ha estado sumida durante los últimos meses, las instalaciones del CRC no quedarán vacías. Fuentes de Adif han explicado en declaraciones a este periódico que en el tercer trimestre del presente año la compañía trasladará a todos sus trabajadores al nuevo inmueble. Actualmente, se encuentran repartidos en diferentes inmuebles alquilados en la capital. Se trata además de una medida de ahorro y de racionalización de espacios.

Este traslado dejará sin ocupar dos plantas de las nuevas instalaciones, que serán utilizadas para acoger los servicios de control y gestión del tráfico ferroviario y que entrarán en funcionamiento cuando llegue el AVE. Es preciso recordar en este sentido que la ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció recientemente que en septiembre se licitarán mediante el sistema de colaboración público-privada los contratos para la colocación de vía, la electrificación y las instalaciones de seguridad de una línea cuya plataforma ya está terminada. En cualquier caso, no fijó una fecha concreta para que la ejecución de las citadas obras haya concluido.

El CRC de León se proyectó con el objetivo fundamental de convertirse en el más importante del país puesto que, cuando pueda funcionar a pleno rendimiento, dará servicio a un total de 1.600 kilómetros de red de alta velocidad del norte y el noroeste y generará 300 empleos. Las obras han supuesto inversión de 12,7 millones y comenzaron el 9 de mayo de 2011 con un plazo de ejecución de 13 meses, por lo que tendría que haber estado listo hace ya casi un año.
Concretamente, el centro dará servicio a la línea Madrid-Valladolid (ya en funcionamiento) y las futuras líneas Valladolid-Palencia-León-Asturias, Palencia-Santander, Madrid-Galicia, Eje Atlántico (conexión entre Vigo, Santiago y La Coruña) y el trazado que discurrirá entre las localidades de Venta de Baños y San Sebastián tras pasar por Burgos, Vitoria y Bilbao.

El CRC tiene una superficie de 5.700 metros cuadrados. El edificio consta de siete plantas divididas en dos niveles de sótano uno bajo y cuatro superiores) y está situado en la calle Gómez de Salazar, en las inmediaciones de la prolongación de Ordoño y de las obras del futuro Palacio de Congresos y Exposiciones de León.

Cuando deje de ser únicamente la sede de las oficinas de Adif en León y empiece a desarrollar las labores para las que fue concebido, el nuevo inmueble albergará los centros de Control de Protección y Seguridad (CPS) y de Control de Tráfico Centralizado (CTC), que regularán el tráfico convencional. Será en definitiva el cerebro de toda la circulación ferroviaria en el cuadrante norte-noroeste y permitirá también el seguimiento del tráfico en tiempo real.

Entre las dependencias del nuevo inmueble, destacará la sala de regulación de control del tráfico de AVE. Se trata de un espacio de 20 x 20 metros totalmente diáfano y en doble altura. Contará con una gran pantalla de 26 metros, que estará adaptada a la geometría de la sala, además de 17 puestos de control en tiempo real. Además, habrá otra sala destinada al CTC de red convencional. Finalmente, contará con una tercera sala para el CPS con capacidad para hasta nueve puestos y una pantalla de 12 metros para cuestiones de seguridad.

El CRC utilizará la plataforma tecnológica Da Vinci. Se trata de una herramienta cuyo trabajo será invisible para los viajeros, pero que resulta esencial en la seguridad y la puntualidad de los trenes que la utilizan. Las nuevas instalaciones dispondrán de una tecnología patentada por Adif e Indra que ya se utiliza en todas las líneas españolas (también en las de Feve) y que se ha exportado a medio mundo. En este sentido, el metro de ciudades como Londres o Medellín ya lo han adquirido al igual que las líneas ferroviarias de Lituania o Marruecos.

El proyecto del centro de control se presentó el 23 de marzo de 2011, cinco días después de que se suprimiese el paso a nivel y se pusiese en marcha la estación provisional, que se ha convertido en definitiva con el devenir de la crisis. Meses después se abría al tráfico la prolongación de Ordoño, que ha sido el último hito materializado en el marco de un plan de integración ferroviaria que ha quedado en suspenso. Es preciso señalar en este sentido que la caída del valor del suelo, que era clave para financiar el soterramiento de las vías a su paso por la capital leonesa y San Andrés del Rabanedo, ha hundido una planificación que ahora se ha de someter a una reelaboración que no tiene fecha ni características definidas.