BILBAO RÍA 2000 CUMPLE 20 AÑOS EN LOS QUE HA INVERTIDO 957 MILLONES

La sociedad Bilbao Ría 2000 cumplirá mañana veinte años, un periodo en el que ha invertido en la transformación urbanística de la capital vizcaína un total de 957 millones de euros, según las cifras facilitadas a EFE por esta promotora.

En estos veinte años, Bilbao Ría 2000 ha sido un ejemplo de colaboración entre instituciones. Forman parte de su capital, a partes iguales, el Estado a través de empresas públicas (Puerto de Bilbao, la promotora de suelo Sepes y las ferroviarias Adif y Feve), el Gobierno vasco, la Diputación de Bizkaia y los ayuntamientos de Bilbao y Barakaldo.

Su misión es recuperar zonas degradadas o áreas industriales en declive del Bilbao metropolitano. Hasta ahora, ha actuado entre otras zonas en Abandoibarra, Ametzola, la variante sur ferroviaria, Bilbao La Vieja y Basurto-San Mamés, en proyectos ya concluidos o a falta de remates y otros como Urban-Galindo (Barakaldo) en avanzada fase de ejecución.

En la actualidad trabaja en el soterramiento de la línea de mercancías de Feve en Rekalde e Irala y la urbanización de Garellano. Además, está en fase de revisión el proyecto para regenerar el centro de Basauri.

Dada la actual coyuntura económica, Bilbao Ría 2000 no tiene previsto iniciar por el momento nuevos proyectos, y centra sus esfuerzos en concluir las obras encomendadas y en reducir la deuda que tiene contraída con los bancos -pidió un préstamos de 180 millones de euros para financiar sus inversiones-.

La sociedad no recurre a los presupuestos públicos, sino que obtiene sus fondos de la venta de parcelas en los terrenos que le son cedidos gratuitamente por las instituciones y empresas públicas que forman su consejo de administración.

Por ello, espera reducir su deuda con la venta de las parcelas de las que todavía dispone en Abandoibarra, Garellano y Barakaldo.

Cuando nació la sociedad, el Bilbao metropolitano tenía una tasa de paro cercana al 30%: la desaparición de la industria pesada dejó una parte de los terrenos aledaños a la ría en Bilbao y Barakaldo como ruinas industriales.

Además, la mayor parte de las actividades portuarias se desplazó a la desembocadura, abandonado los muelles de ribera, y Renfe trasladó también sus instalaciones. Esta situación liberó una gran cantidad de suelo en la ribera de la ría, lo que ofreció una oportunidad histórica de regenerar la ciudad e incorporar la ría a la urbe.