Dos series de unidades eléctricas han utilizado en distinta época la misma numeración UIC

 

Las múltiples series de material motor con que Renfe ha contado en su parque fueron numeradas manejando unos criterios concretos, como la potencia o la continuidad de una saga de vehículos. La logística prohíbe matricular de igual manera a series distintas, pero existe un caso en el que así se hizo, aunque hubo un tiempo por medio que impidió la circulación a la par de ese material.

 

(04/07/1997)  

 

Como otras compañías ferroviarias estaban haciendo en esos momentos, Renfe se sumó a las normas UIC para matriculación de su parque en el mes de septiembre de 1971. A pesar de los nuevos dígitos con que la empresa rotuló los frontales y laterales del material, los ferroviarios mantuvieron en su jerga la designación de locomotoras y automotores por sus antiguas matrículas. Por citar un par de ejemplos en tracción eléctrica, las 274 fueron hasta el final de su vida "las siete miles cuatrocientas" o "las bañeras", así como a las 278 se las continuó llamando "las siete miles ochocientas" o "las panchorgas". 
Aún en la actualidad, la mayoría de los ferroviarios, al hablar de las series antiguas continúan conociéndolas por su matrícula original, hecho este que delata el poco calado que tuvo la numeración UIC. La cuestión es que el parque que poseía Renfe en septiembre de 1971 tomó nuevas matrículas, apareciendo entonces la serie 435 para designar un grupo de unidades eléctricas que circulaban en Vizcaya. 
Desde 1932 existían ocho automotores que funcionaban con una tensión de 1.500 voltios en la línea de Bilbao a Portugalete, los cuales, al constituirse Renfe en 1941, fueron numerados como WM 501 a 508. Construidos por la SEC Naval, estaban compuestos por una única unidad, lo que reducía su capacidad a 66 plazas sentadas. 
Lo anecdótico de esta serie de unidades eléctricas es que, debido a la ausencia de remolques propios, fueron utilizadas casi como locomotoras eléctricas. Para aumentar el número de plazas de cada circulación, estas WM 500 arrastraron coches de madera, prácticamente desde su construcción hasta la década de los años 60, cuando Renfe decidió construir ex profeso, y dadas sus similitudes con las unidades de la serie 400, unos coches Ri+Rc que permitieran formar composiciones uniformes, bien siendo traccionados por WM 400 o por WM 500. 
Las últimas unidades 435 se mantuvieron en circulación hasta el verano de 1982. En concreto, los vehículos 501, 502 y 507 fueron los representantes finales de la serie en el depósito de Bilbao-Olaveaga. El 435-502 (exWM 502) cerró el capítulo de este material el día 2 de agosto de 1982. Fueron 50 años prestando servicios en la misma zona, junto a la ría de Bilbao, y con una eficacia notable. El inevitable desguace tuvo lugar, para la mayoría, en Miranda de Ebro, pero el Museo Nacional Ferroviario salvaguardó la unidad 435-507, que llegó a Madrid-Delicias el día 27 de septiembre de 1982. 
Por lo tanto, del parque motor de Renfe desapareció la serie 435. Era otra de las matrículas UIC que quedaban para la historia, como la 260, 272, 280, 595... Años después, esa lista de numeraciones sin piezas en activo se fue agrandando con la 281, 340, 433, 591... La memoria de los automotores del Bilbao-Portugalete regresó a la actualidad cuando Renfe decidió reutilizar la cifra 435 para numerar las unidades eléctricas originadas por la modernización de "las suizas".

Vida útil

Este apodo fue muy utilizado por los ferroviarios para designar a las unidades 600, 700 y 800, que entraron en servicio entre 1958 y 1962. A pesar de los muchos años en circulación, las notables prestaciones que aún ofrecían motivaron que Renfe ideara unas mejoras para prolongar su vida útil. Así, tras un prototipo inicial, durante 1987 y 1988, los talleres de Rocafort, Sunsundegui y Miró Reig trabajaron en la reconstrucción de antiguas unidades, siendo el resultado final 46 coches motores y 23 remolques intermedios, que formaban trenes M+Ri+M. 
El día 18 de julio de 1988 fueron dadas de alta en Renfe, con base en Valencia, las dos primeras de estas unidades, por lo que transcurridos 2.167 días desde la desaparición de la última unidad 435 de Bilbao, renacía la misma numeración en otro material, caso único en España de coincidencia en las matriculaciones UIC dentro del parque motor... hasta este pasado mes de julio, cuando el término de una gran reparación efectuada a un automotor 593 de la UN de Regionales hizo renacer la matrícula 595, la cual había sido asignada, durante los últimos nueve años de su existencia, a los automotores Taf. 

Una vez en servicio toda la serie 435-001/046, y tras una época inicial en la que las primeras composiciones estuvieron censadas en Valencia y Santander, se dividió su actividad entre los depósitos de Oviedo y Vigo, atendiendo en el primero servicios de cercanías y en Galicia, trenes regionales. Por ello, estas unidades presentaban dos tipos de decoración exterior, dependiendo de su asignación a la UN de Cercanías o a la de Regionales. 
Algunas de estas composiciones empezaron a ser retiradas de servicio en 1992, cuando el paso de una operación del tipo "R" no era aconsejable acometerlo debido a los nuevos pedidos de unidades 446 y 447 previstos. Así, se intentó la venta de un número indeterminado de trenes 435 a los ferrocarriles de Chile, pero la operación no prosperó a pesar del traslado a Madrid de un par de unidades para su presentación a los técnicos chilenos, que se habían desplazado a España para observar diverso material de segunda mano, tanto diesel como eléctrico. 
Un cambio de dotación en los electrotrenes asignados a la UN de Regionales, motivó la llegada a Galicia de trenes más modernos, por lo que las últimas 435 censadas en Vigo bajaron sus pantógrafos en los primeras semanas de 1994. Por su lado, las composiciones residentes en Oviedo mantuvieron su actividad un tiempo más, sobre todo atendiendo la corta línea que une la capital del Principado con Trubia. La unidad que cerró el capítulo de este material en Renfe fue la 435-017+009+018, en diciembre de 1994. 
Desde entonces, y hasta ahora, Renfe no ha vuelto a utilizar la numeración UIC 435 para designar otro material eléctrico. De septiembre de 1971 a agosto de 1982 fueron casi once años en los que unos trenes lucieron la matrícula 435, y, de idéntica manera, de julio de 1988 a diciembre de 1994, otros vehículos también portaron esa numeración durante más de seis años... ¿habrá otra reencarnación del guarismo 435?

(FUENTE VIA LIBRE)

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