Un recorrido diario a través de 581 números y cincuenta años de la revista ferroviaria

 

El 1 de enero de 1964 comenzaba a publicarse Vía Libre, que en este año que ahora comienza entra en su quincuágesimo año de publicación. Son muy escasas las revistas no gratuitas que se han mantenido durante tantos años y de las que hoy se siguen publicando destaca Telva, que nació en 1963 y que cumple este año los cincuenta. 

 

(09/01/2013)  

Durante este año, y en forma de cuenta atrás, esta página web incorporará las piezas periodísticas

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Vía

más destacadas de la publicación impresa en aquellos años en que el papel era el elemento predominante del periodismo. Comentaremos las noticias que han supuesto la fantástica evolución del sistema ferroviario español, las que entonces eran las más destacadas novedades internacionales y otros acontecimientos de interés para el sector ferroviario y para nuestra propia publicación que, como podrán comprobar nuestros lectores, también ha evolucionado con los tiempos, acompañando a la evolución del ferrocarril. Llegaremos así a enero de 2014, cuando se publique el número 581 con un repaso de cada uno de esos 581 números que configuran una historia de cincuenta años.

Primero de enero de 1964: nace Vía Libre. La nueva publicación se anunciaba en carteles como la continuación de “Ferroviarios”, “pero con importantes mejoras”. Hoy esos carteles todavía decoran la redacción de la revista en el madrileño Palacio de Fernán Núñez, en la calle Santa Isabel número 44.

En su primero, y posiblemente único, editorial, se afirmaba: Esta es la orientación de VÍA LIBRE para la intercomunicación social de los ferroviarios y para asegurar la información de esta especie de gran ciudad de cerca de ciento cincuenta mil vecinos, donde todos hemos de conocernos más si queremos comprendernos mejor, como camino para vivir más cordialmente unidos”. (Ver pdf

Comentario editorial aparte, la portada de la primera revista presentaba a una jovencísima Pilar Cañada, una de las primeras locutoras de televisión española, que sube a la máquina de un tren de viajeros.

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El reportaje más ferroviario se dedicaba a los talleres generales de Madrid, junto a la estación de Atocha, un recinto de más de 125.000 metros cuadrados, donde se concentraban la mayor variedad de oficios de una sola empresa. (Ver pdf

Y como el ferrocarril ya tenía historia, varias páginas de este primer número se dedicaron al reportaje titulado "Los ferrocarriles españoles hace 100 años", con reproducción de bellas imágenes del Archivo Gráfico Universal. 

No falta tampoco, y dado que el primer número salía en el mes de enero, un reportaje sobre las estaciones de esquí de La Molina y Nuria donde ya entonces, y todavía hoy, el mejor acceso era el tren o el cremallera para el caso de Nuria. (Ver pdf)  

(FUENTE VIA LIBRE)

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