Ha atendido a un variado parque de locomotoras y automotores

 

Los cambios en la superestructura ferroviaria de Zaragoza en los últimos años han provocado que queden fuera de servicio varias instalaciones importantes, como en su día ocurrió con la estación de Zaragoza El Portillo y ahora acaba de suceder con el Depósito Mixto de Zaragoza Delicias.

Clausurado el depósito mixto de Delicias en Zaragoza
     
 

(19/05/2008) Pese a la mayor trascendencia social que tiene el cierre de edificios públicos y transitados como son las estaciones, la clausura de un depósito-taller de locomotoras y trenes no debe pasar desapercibida por esperada que sea, ya que en este caso se conocía que la sociedad Zaragoza Alta Velocidad 2002 reorganizaría los terrenos en el entorno de la nueva estación de Zaragoza Delicias.

Con esta clausura atrás han quedado casi 38 años de existencia en los que por sus naves han pasado cientos de trabajadores, los últimos de Renfe Integria y de CAF (mantenedores éstos de los automotores 594.2), y sobre sus vías se han estacionado un buen número de series distintas de locomotoras y trenes del parque motor de Renfe, tanto de tracción diésel como eléctrica. Algunos vehículos vivieron años de esplendor en el momento que fueron asignados a Zaragoza, y otros muchos certificaron el declive de su tecnología, pasando incluso a ser desguazados allí mismo.

El Depósito Mixto de Zaragoza Delicias, que cerró sus puertas el pasado 23 de abril, se estrenó en 1970 como Depósito de Tracción Diésel con la finalidad de dar acogida a los nuevos tiempos, es decir, a la tracción diésel que se estaba imponiendo sobre la tracción vapor, la cual en Zaragoza permanecía viva en otros dos veteranos depósitos, el de Campo Sepulcro, con una dotación principal de locomotoras 240 F y de ‘Montañas’ 241 F, y el de Arrabal, que sobre todo tenía asignadas ‘Mikados’ y ‘Mastodontes’, éstas de la misma serie de las que tenía Campo Sepulcro.

Los primeros años de existencia del nuevo depósito estuvieron marcados por la numerosa presencia de los automotores Renault ABJ y de los Ferrobuses en la nave principal, que constaba de seis vías todas ellas con fosos. Los Ferrobuses formaban parte del paisaje ferroviario maño desde 1968 cuando fueron asignados al depósito de Zaragoza Campo Sepulcro, y mantuvieron su presencia en la base maña hasta el mes de enero de 1985 (día 19), cuando los dos últimos trenes con los coches motores FER 561 y FER 564 fueron trasladados al depósito de Orense. Por su parte, los Renault ABJ dejaron de aparecer en los inventarios del depósito en el verano de 1976.

En este mismo año, el material que colaboró en la modernización de varios servicios ferroviarios con epicentro en Zaragoza resultó ser de tracción eléctrica, las unidades de las series 436 y 437, las apodadas ‘suizas’. Por su asignación al depósito de Delicias se ampliaron las instalaciones para dotar a la base de una nave nueva, colindante a la existente, con varias vías con catenaria para el mantenimiento de esos trenes eléctricos, los cuales, por cierto, llegaron antes de que se concluyera la construcción de esa nave. Pocos meses después en los documentos oficiales quedaron reflejados los cambios al pasar de ser nombrado como Depósito de Tracción Diésel a ser denominado como Depósito Mixto.

La actividad de las ‘suizas’ 436 y 437 censadas en Zaragoza Delicias se alargó por dieciocho años, hasta 1994, llegando incluso a estar asignadas algunas composiciones de la serie 438, como la 438-033 que se salvó del desguace y pasó a estar custodiada por la AZAFT. Esta agrupación, formada por profesionales y aficionados, ha hecho una labor encomiable de rescate para el patrimonio histórico ferroviario al solicitar algunos vehículos de los que han pasado por el depósito maño, como la ‘suiza’ apuntada, el tractor diésel 10424 o las máquinas 7666 y 276-202, entre otro diverso material que no estuvo asignado a la base, como una locomotora de vapor Baldwin de 1920, con rodaje 130, que circuló en la línea Andorra-Escatrón de ENDESA entre 1951 y 1983. Cuando fue estacionada en Zaragoza Delicias el entonces contramaestre del taller, Francisco Andreu, movilizó a varios compañeros para ponerla de nuevo en funcionamiento, lo que lograron en las postrimerías de 1987.

En esos años, los de la década de los ochenta del pasado siglo, en el Depósito Mixto reinaban las locomotoras diésel 1900, al estar allí asignadas más de treinta unidades, y los automotores 592, los flamantes ‘camellos’ con aire acondicionado que ponían en evidencia las modestas condiciones de los Ferrobuses. En cuanto a la tracción eléctrica, un hito en la historia de la base fue cuando en el año 1986 llegó una importante remesa de locomotoras Alsthom 7600/8600, dieciocho unidades que acompañaban a las ‘suizas’, que eran más de una docena, en las vías de la nave de material eléctrico. 

En los años noventa se renovó el parque asignado a Zaragoza Delicias con la entrada de nuevas máquinas, las 319.2/.3/.4 de tracción diésel a partir de 1992, y las eléctricas 269.5 ya en 1995, pocos meses antes de la retirada del servicio de las últimas Alsthom, que ya modernizadas formaban la subserie 276.2. En cuanto a trenes, las unidades 440 recogieron el testigo de la familia 436-437-438, mientras en diésel se amplió la familia de los ‘camellos’ con la llegada, en enero de 1996, de algunas composiciones Fiat 593 para su mantenimiento.

En tiempos más recientes, ya en este siglo, el Depósito Mixto ha contado en su dotación con electrotrenes de la serie 432, y allí se reagruparon todas las locomotoras de la serie 279 que en 2001 estaban en activo, un total de catorce. En el momento de la clausura en el pasado mes de abril, Zaragoza Delicias contaba como dotación con quince locomotoras diésel repartidas entre las series 310 (7), 319.2 (7) y 319.3 (1); ocho automotores diésel (un Fiat 593, dos TRD 594.2 y cinco Trenes Ligeros 596); y, veiniséis locomotoras eléctricas (veinicuatro pertenecientes a las subseries 269.2/.3 y dos veteranas 279).

(FUENTE VIA LIBRE)

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