TRENEANDO

El recuerdo del ‘Tren Burra’ y el Correo en la muestra de Asvafer en la estación de la Esperanza

3 septiembre 2013

tren burra

Fieles a su cita y protagonista en la feria. La Asociación de Amigos del Ferrocarril (Asvafer) vuelve a abrir la ventana del recuerdo y la nostalgia, para resaltar la importancia de preservar el patrimonio industrial, durante las fiestas de la Virgen de San Lorenzo. Un año más Asvafer expone su muestra sobre la historia de los trenes y su relación con Valladolid. La antigua estación de la Esperanza, que no presta servicio de viajeros desde hace más de 25 años, alberga la muestra ferroviaria que, en esta ocasión, tiene como principales atracciones una maqueta del ‘Tren Burra’ y la furgoneta de correo P-3072, una de las oficinas ambulantes en la época en que el paquete postal circulaba mayoritariamente por ferrocarril. El vehículo, donado por la familia Alonso, hacía el recorrido en Medina del Campo entre el centro de la ciudad, el balneario y la estación entre los años 20 y los 50.

Abierta al público desde el pasado sábado y hasta el próximo domingo en horario de 17.30 a 21.00 horas, también cobra protagonismo una espectacular maqueta digital, en la que se puede ver representadas la estación de Campo Grande o del Norte, el depósito de locomotoras o la misma estación de la Esperanza. Igualmente, está presente una locomotora de maniobras de dos ejes con motor diesel Pegaso Comet, convertidor de par y una sola cabina con mandos dobles. Por la entrada se solicitará un donativo de 2 euros. Los fondos servirán para mantener y mejorar la exposición para ediciones sucesivas. Este año se volverá a abrir el mercadillo ferroviario, que tendrá lugar los días 1 y 7 de septiembre, donde se ofrecerá diverso material ferroviario de escala H0, libros, revistas, objetos ferroviarios, etc.

Esta ventana abierta al recuerdo y la nostalgia hace mención especial al ‘Tren Burra’, que circuló entre 1884 y 1969 de Valladolid a la localidad vallisoletana de Medina de Rioseco, a través de pueblos como Villanubla, y recibió ese nombre porque en ocasiones los pasajeros tenían que bajarse a empujar el lento convoy a vapor para que subiera una cuesta.

Inaugurado en 1884, uniría la estación de San Bartolomé en Valladolid con Media de Rioseco a través de 40 kilómetros. Más tarde se amplió hasta la estación de Campo de Béjar (cerca de la estación del Norte de Valladolid) en 1890 a través de las calles de esta ciudad. Este último tramo fue clausurado en 1952 por el peligro que suponía la circulación de trenes por las calles vallisoletanas. Se mantuvo para el tráfico nocturno de mercancías hasta 1961, momento en el que se produjo la clausura y desmantelamiento del tramo urbano de la línea, desde San Bartolomé hasta Campo de Béjar. En el solar de la estación de Campo de Béjar se levanta hoy la Estación de Autobuses de Valladolid.

En 1965 el ‘Tren Burra’ fue incorporado a Feve, a quien sigue perteneciendo el terreno por el que discurría, así como los edificios. Unos años más tarde el tren cerraría para siempre. El 1 de junio de 1969 se decretó su cierre, que se produjo finalmente el 11 de julio de 1969 fecha del último viaje de este tren, que pervive en la memoria de muchos habitantes de Tierra de Campos.

Durante la década de los cincuenta y sesenta atrajo la curiosidad de aficionados europeos y norteamericanos que recorrieron Tierra de Campos tomando instantáneas de uno de los últimos trenes a vapor de Europa (entre ellos Trevor Rowe, que escribió un libro sobre este tipo de trenes en España ‘Narrow Gauge railways of Spain’, con un material gráfico muy interesante).

El tren solo es hoy en día un efímero recuerdo, sobre todo de los castellanos más ancianos, aunque hoy en día aún se mantienen en pie algunas de sus estaciones, pero muchas de ellas en estado ruinoso. Todas ellas eran de ladrillo y tenían una misma planta. En todas había además un muelle cubierto y otro descubierto, una grúa giratoria y un puente-báscula.

Pin It