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8 septiembre 2016

Las obras del AVE a Arabia se retrasan a 2017 por otro incumplimiento chino

  • La ausencia de Gobierno y la salida de Pastor paralizan las decisiones
7:56 - 7/09/2016

 

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El AVE del desierto sufre un nuevo contratiempo. El consorcio hispano-saudí que construye la línea de alta velocidad entre Medina y La Meca retrasará por segunda vez la culminación de las obras de la vía de la infraestructura, prevista para octubre, por un nuevo incumplimiento por parte de las empresas china y saudíes que se encargan de construir la plataforma.

 

Esto provocará que Copasa y OHL demoren el fin de sus trabajos hasta los primeros meses de 2017, según las estimaciones oficiales del consorcio. Este revés se produce en paralelo a la parálisis en la toma de decisiones en el seno del consejo de administración del consorcio a raíz de la salida de la ya exministra en funciones de Fomento, Ana Pastor, y a la crisis petrolera, que ha llevado a Arabia estudiar la cancelación de proyectos por 20.000 millones de dólares. El plan de austeridad no afectaría, en principio, al tren de alta de velocidad, pero puede poner en peligro la negociación de sobrecostes y los pagos.

China Railway Construction Corporation (CRCC), Al Arrab Contracting y Al Suwailem, responsables de la plataforma, debían haber entregado a Copasa en junio los últimos kilómetros del tramo 1 del AVE del desierto. Sin embargo, iniciado septiembre, la constructora gallega aún tiene pendiente de recibir una parte.

De los 80 kilómetros que conforman este tramo, que conectará Jeddah con La Meca, en marzo faltaban 22 kilómetros -los más próximos a la ciudad santa-. Aún no se ha elaborado el cálculo oficial de los kilómetros que restan por recibir, pero es suficientemente relevante como para ampliar el plazo varios meses.

Se trata de un nuevo retraso del consorcio chino-saudí, señalado por las firmas españolas desde que se adjudicaron el proyecto -en 2011- como culpable de las continuadas ampliaciones del calendario. No en vano, en un inicio, la plataforma debía estar culminada en 2013.

Hasta la fecha, OHL y Copasa han conectado y terminado los tramos 3 (74 kilómetros), 4 (100 kilómetros), 5 (85 kilómetros) y 6 (74 kilómetros). En cuanto al tramo 2, que une a lo largo de 36 kilómetros las ciudades de Kaia y Jeddah, OHL recibió en primavera los últimos 14 kilómetros de plataforma, con cierto retraso respecto a lo estimado -marzo-, lo que ha llevado al grupo que preside Juan Miguel Villar-Mir a aplazar igualmente su finalización -prevista en agosto de 2016-.

Esta nueva demora por el incumplimiento del consorcio chino-saudí deja en el aire que la línea esté lista para operar en el primer trimestre de 2018, tal y como han solicitado las empresas españolas. A pesar de que la ya exministra Ana Pastor anunció en mayo que Riad había dado luz verde a retrasar el plazo de entrega, lo cierto es que el nuevo calendario todavía no se ha aprobado oficialmente. El reino saudí está pendiente de cerrar otros puntos, como los sobrecostes, para dar una resolución final de un proyecto valorado en 6.700 millones.

Parálisis en el consejo

Pero los retrasos y los sobrecostes no son los únicos puntos pendientes que tiene el consorcio formado por Renfe, OHL, Ineco, Copasa, Adif o Siemens Rail Automation, entre otros.

La salida en julio de Ana Pastor de Fomento ha generado cierta parálisis en el seno de las empresas públicas, que no están dispuestas a tomar determinadas decisiones. Así, los dos últimos consejos celebrados, uno en julio y otro en septiembre, se han saldado sin grandes acuerdos. La reunión de la semana pasada fue muy corta y se limitó al desarrollo de producto por lo que se prevé que tenga lugar otro consejo a finales de mes, aunque no hay fecha.

Las empresas todavía no han acordado rellenar la bolsa de riesgos, que ya está vacía por los contratiempos. No están dispuestas a inyectar más fondos hasta que no haya claridad sobre el futuro del Gobierno. A su vez, Álvaro Senador Gómez todavía no ha sido nombrado consejero delegado (es director de proyecto) y María Sánchez Palomo, que dejó su cago en el consorcio antes de verano por las presiones de Arabia, aún no ha sido sustituida.

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